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Vicepresidente rechazó los hechos de violencia generados por las bandas criminales

<b>El vicepresidente Angelino Garzón</b> condenó el asesinato del comandante de la Sijin en Ocaña, Norte de Santander, y de dos niños en Mingueo, La Guajira, en hechos atribuidos a bandas criminales.

Garzón sostuvo que estos hechos donde presuntamente actuaron "Los Rastrojos y Los Urabeños" atentan contra los deseos de paz del Gobierno Nacional.

El Vicepresidente Angelino Garzón rechazó el asesinato del teniente Iván Darío Salamanca Pedraza, comandante de la Sijin en Ocaña, Norte de Santander. Así mismo se refirió al asesinato de 2 niños de 5 y 14 años de edad que se encontraban jugando en la calle en el corregimiento de Mingueo en La Guajira.

"Tan solo ocho días del año 2013 y ya estamos enterrando las primeras víctimas de grupos armados ilegales, son hechos que violan todas las normas del Derecho Internacional Humanitario y viola también los principios de los Derechos Humanos", expresó Garzón.

Dijo que se solidariza con la Policía Nacional y con los familiares del teniente, así como también con los familiares de los 2 niños en La Guajira, igualmente invitó a la población a denunciar sobre la actividad de los grupos armados ilegales, incluyendo la de las bandas criminales.

Le solicitó a la población entregar información que permita capturar a los victimarios, y a las autoridades intensificar las investigaciones para dar con los responsables, además de rodear de garantías y solidaridad a las organizaciones de derechos humanos, sociales, empresariales y políticas para que de esta manera exista una postura a favor de la democracia y en contra de la criminalidad organizada.

Aseguró que éstos hechos criminales contra la Policía y contra la sociedad civil no tienen justificación y no van a amedrentar al Gobierno, el cual continuará esforzándose por lograr la paz.

El Vicepresidente reiteró que la quema absurda de centenares de niños y niñas en la pasada navidad, como los asesinados por las balas perdidas, son hechos criminales que no tienen justificación alguna y sus responsables deben ser duramente sancionados por las autoridades civiles y militares.