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La hacienda Las Tangas  en Valencia
Marta Ballesteros Sierra, víctima de la violencia en Valencia, Córdoba.
Foto/Jairo Pérez

La  hacienda Las Tangas, ubicada en el  corregimiento de Villanueva a 6 kilómetros del perímetro  urbano de  Valencia, a orillas del río Sinú, donde  hace muchos año  fue  utilizada  para la  ganadería, fue escenario de todo tipo de crímenes  y desplazamientos forzados  por cuenta del accionar de los paramilitares al mando de Fidel Castaño.

Después de la  intervención del Gobierno Nacional mediante la Unidad de Restitución de Tierras , muchos huérfanos y mujeres viudas  que dejó esa violencia retornaron y volvieron a pisar sus terrenos e iniciar una nueva vida, cargada de recuerdos tristes.

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Me mataron a mi  esposo. Esta experiencia ha sido dura pero Dios me ha dado valentía  para sacar adelante la parcela en compañía de mis hijos”, explicó Marta Ballestero Sierra, una de las mujeres víctimas de esa violencia retornante.

La mujer campesina le  contó a RCN Radio que los primeros días del retorno fueron duros en la parcela porque le tocó enfrentarse a muchas serpientes peligrosas a diario y por las noches cuando  llegaban a la casa e intentaban ingresar a las habitaciones.

Mientras tanto, Selmira Ceballos, fue otra de las mujeres  que quedaron viudas en medio del conflicto en esta región de Alto Sinú y  en la actualidad se dedica a la agricultura en la parcela que  le retornó  el Gobierno Nacional.   

Emildre Restrepo Ortiz, es una de las más valientes porque al retornar a ese predio  le asignaron  la casa  donde vivía la esposa del  excomandante paramilitar  Fidel Castaño, por  tal razón se resistía a vivir en ese lugar, que en la actualidad está golpeado por la sequía.  

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Al principio fue  muy triste no quería retornar, no quería recibir la parcela,  tenía miedo por lo que había ocurrido ,  pero luego me decidí a vivir esa experiencia y aquí estoy  criando patos, gallinas, pollos de engorde y cerdos”, dijo  la víctima. 

Rony Pantoja, perdió a  su papá cuando apenas  tenía 4 años de edad y permaneció durante muchos años desplazado y dedicado al mototaxismo en Cereté donde pasó momentos difíciles y gracias al apoyo del Estado retornó  a su terruño.

La hacienda Las Tangas en Córdoba pasó de ser un campo de concentración de paramilitares a convertirse en  parcelas donde  las víctimas siembran yuca, papaya y  maíz  contagiados ambiente de esperanza. 

Fuente

Sistema Integrado de Información

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