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 Se reencontró con su familia 22 años después de ser reclutado por guerrilleros
Unidad de Búsqueda

“El Acuerdo de Paz me dio esperanzas y un descanso”, aseguró Darío*, la sexta persona desaparecida por hechos en razón del conflicto encontrada con vida por parte de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas -UBPD-, mientras aguardaba el momento de volver abrazar a Julio*, su ‘hermanito’ a quien no ve desde mayo de 2000 cuando hombres armados lo obligaron junto a otros jóvenes del municipio de San Antonio, sur de Tolima, a subir a un camión.

Para Darío, el Acuerdo de Paz significó una esperanza de reencuentro con su hermano Julio*, con quien siempre tuvo la esperanza de reencontrarse, a pesar de haber sido reclutado tan pequeño.

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“Al ellos desactivarse hay esperanzas no solamente para uno, sino para muchos que yo sé que en el momento quisieran también ver a un familiar, porque sé que están perdidos como yo. Es que a uno le preguntan usted tiene familia y uno dice yo no tengo, así uno sepa dónde está el familiar, uno no puede por miedo, por una cosa o la otra uno no puede salir desbocado a eso porque hay secuelas, muchas secuelas”, cuenta Darío al recordar cuando le preguntaban si tenía hermanos.

Así lo encontraron

El 5 de octubre de 2021 la Unidad de Búsqueda realizó en el municipio de San Antonio una jornada pedagógica sobre su mandato de dirigir y coordinar la búsqueda de las personas desaparecidas en razón del conflicto armado antes del 1 de diciembre de 2016.

Ese día la  mamá de Darío con el apoyo del enlace de víctimas de la alcaldía se puso en contacto con la UBPD y presentó la solicitud de búsqueda. La desaparición de Darío había sido denunciada ante la Fiscalía General de la Nación en 2014, cuando también desapareció su hijo de 14 años. 

En desarrollo de una investigación extrajudicial un equipo interdisciplinario de la UBPD encontró a finales de octubre las primeras pistas que condujeron en pocos meses a establecer con certeza que Darío era el hermano de Julio, quien siempre mantuvo la esperanza de ver nuevamente a su hermanito. El apoyo de la Registraduría Municipal fue fundamental en el proceso de esta búsqueda solidaria.

El reencuentro

Darío y su compañera sentimental madrugaron al encuentro en algún lugar de Bogotá. Julio y su esposa tampoco durmieron. Desde las 5 de la mañana estaban listos. Él llevaba corbata y ella tacones. “Es que esto es una celebración”, aseguraba al tiempo que su sonrisa no lograba esconder los nervios. Sus ojos tenían un brillo especial. 

“Para mí es una felicidad muy grande después de 22 años de no saber nada de mi hermano”, aseguró Julio tras recordar que fue su mamá quien le solicitó a la UBPD buscar a su hijo.

“Cuando me llamaron y me dijeron que era por parte de mi mamá y que lo habían encontrado por la cabeza me pasaron muchas películas de si será o no mi hermano y sobre la reacción que fuera a tomar. Pero hoy soy feliz con mi hermanito y yo sé que no nos vamos a volver a desaparecer, nos vamos a comunicar y habrá muchos medios, confiando en Dios”, relata Julio.

Cuando Julio se asomó a la puerta del salón los dos hermanos solo necesitaron mirarse para avanzar con paso firme hacia el soñado reencuentro. Las lágrimas acompañaron el abrazo en el que se fundieron. Ya no eran esos jóvenes de comienzo del Siglo XXI. Sus compañeras también lloraban.

Era el comienzo del fin de aquellas noches en las que los escucharon preguntarse si su hermano estaría vivo o si habría sido otra víctima de la guerra. “Pero no me lo devolvieron tan joven”, dijo Julio y las risas se sumaron a la celebración. Con ellas también llegaron los sobrinos. 

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Después de las presentaciones con el nuevo tío vinieron horas y horas de conversaciones, abrazos y carcajadas. Había que recuperar el tiempo. Fueron más de dos décadas de silencio. La primera tarea que tienen pendiente es un partido de fútbol, pasatiempo preferido de Darío que lo ha acompañado en las buenas y en las no tan buenas para sus contendores. 

Sin dejar de mirar a su hermano, Darío insistió en la alegría que encerraba el reencuentro. “Más de 22 años perdido por la vida, sin saber de mi hermano, un hombre sin familia como quedé yo. Ahora con el Acuerdo eso alivió muchas cargas y ahora con la Unidad de Búsqueda que nos ayudó tanto para este encuentro. Estoy muy conmovido por encontrar una familia tan hermosa como la que tiene mi hermano”.

*Por solicitud de la familia los nombres fueron cambiados por seguridad

Fuente

Sistema Integrado Digital

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