James responde en el césped

El juego entre Liverpool y Bayern Múnich pronosticaba un espectáculo futbolístico con goles y un caudal de jugadas ofensivas; en cambio, el duelo entre ingleses y germanos entregó una muestra de vértigo y despliegue físico de ambos conjuntos y tuvo como principal característica el miedo a recibir un gol en contra sobre la ambición de anotar, por parte de las dos escuadras.

Dentro del trámite del encuentro y con la forma en la que se gestó, uno de los jugadores de mejor rendimiento fue el colombiano James Rodríguez.

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Pese a que en el elenco bávaro no sobró la generación de juego, James se destacó cumpliendo en el rol de interior en la mitad del campo, junto a Javi Martínez y Thiago Alcántara. El Bayern no creó demasiadas acciones de gol y, por momentos, fue superado en la posesión de pelota por los dirigidos de Jürgen Klopp.

Sin embargo, el volante colombiano logró responder a la confianza de Niko Kovac, quien en el previo del compromiso había manifestado que esperaba más del rendimiento del cucuteño.

El ‘10’ de la Selección Colombia jugó uno de los partidos con mayor despliegue físico, dinámica y colaboración en marca desde que Kovac funge como entrenador del onceno muniqués.

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Durante los 87 minutos que disputó, el ‘crack’ colombiano corrió una distancia aproximada a los 11 kilómetros; además, en varios pasajes del partido se le vio retrocediendo con mucho orden, pasando la línea del balón y ayudando en la recuperación en el último sector del campo bávaro.

En la fase ofensiva, James tuvo un nivel opaco, estuvo lejos del área custodiada por Allison y no logró exigir al portero del Liverpool con sus habituales disparos de media distancia; no obstante, dicha circunstancia fue evidente en toda la escuadra alemana, debido a la propuesta y estrategia diseñadas por Niko Kovac para alcanzar un resultado benéfico para el Bayern Múnich.