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Regreso de niños a colegios
Se complicó así el regreso de niños a los colegios.
AFP

En Bogotá y otras grandes ciudades del país, miles de estudiantes regresaron a clases presenciales, después de dos  años, pero muchos sin llevar el uniforme habitual.

Lo anterior debido a que sus padres no pudieron comprar las prendas o deberán esperar que les entreguen los que mandaron a confeccionar, por cuanto no hay insumos suficientes, como consecuencia de la crisis mundial originada por la pandemia, que paralizó la producción de materias primas.

Al igual que el mercado de vehículos, computadores, teléfonos celulares y otros productos electrodomésticos, en las fábricas y empresas colombianas de textiles y de otros elementos para vestuario, hay déficit para cumplir con los pedidos, ya que muchos de los insumos son importados y hay demoras para el despacho por la alta demanda y las dificultades de transporte, lo que ha escaseado los materiales para la elaboración de uniformes escolares.

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Aunque la mayoría de los estudiantes aún tienen sus uniformes de hace dos años y muchos los están utilizando en el retorno a la escuela y al colegio, un gran porcentaje debe reemplazar sus prendas porque aumentaron de talla o ya están descoloridas o raídas. Cuando los padres de familia van a los almacenes o llaman a los fabricantes se encuentran que no hay dotaciones o tienen que esperar varias semanas para su entrega.

Camila Ramírez, operaria de una microempresa de uniformes, dijo a RCN Radio que hay dificultades para conseguir la materia prima que es traída desde China. “Los proveedores nos dicen que no tienen materiales, la tela es colombiana pero otros insumos vienen de allá y  hay problemas para la importación y el transporte, y también  los costos por el precio del dólar”, señaló la mujer.

Subrayó que esa escasez “también subió demasiado los precios de los uniformes, pero no se mantienen ya que cada vez se consiguen más costosas las telas, la lana y todo lo que se requiere para elaborar el vestuario escolar”, indicó Camila Ramírez.

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Por su parte, Milton Vega, gerente de la empresa Sonia Sports Uniformes, que fabrica las prendas escolares desde hace 18 años, manifestó su preocupación por la falta de elementos para la confección. “En la fábrica de hilos que utilizamos para hacer los buzos de diario no hay insumos, las empresas que tejen tiene toda la maquinaria pero no hay materiales  porque son importados, yo tengo un pedido acumulado de 700 suéteres que no ha podido conseguir desde el año pasado porque los colorantes y la fibras son importados,” acotó Vega.

Recalcó que además se incrementaron los costos de los insumos. “Estábamos comprando el kilo de hilo a 28 mil pesos y quedó a 38 mil y así estamos con las cremalleras, botones y las telas que utilizamos para fabricar los uniformes, a Lafayette le pedimos un poco de tela para hacer pantalones y faldas y no hay, y los colegios presionando”, añadió Vega.   

Explicó que antes de la pandemia, muchos niños estrenaron uniforme pero, como no asistieron al colegio y lo hicieron virtualmente por dos años, les quedaron pequeños, “y ahora que abrieron los colegios hay mucha demanda, casualmente acabo de venir de diferentes fábricas comprando materiales y me dicen que por ahí hasta finales de marzo, si tenemos la tela, no tenemos las cremalleras o los  botones, todo eso la verdad está agotado,” puntualizó el fabricante de uniformes.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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