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Alimentos
El robo masivo de estos alimentos ha dejado millonarias pérdidas.
pixabay / Alexas_Fotos

La pandemia, los fenómenos climáticos y las tensiones en la cadena de suministros, han aumentado los precios de los alimentos en todo el mundo. También, la invasión de Rusia a Ucrania podría generar una crisis en el sistema alimentario.  

Por lo anterior, McKinsey & Company analizó los roles vitales que desempeñan Ucrania y Rusia en el sistema alimentario mundial, y qué estaría en riesgo

- Efecto latigazo: la guerra entre Rusia y Ucrania tiene lugar en uno de los centros de suministro de alimentos, sobre todo en lo que tiene que ver con el trigo y los fertilizantes. Daniel Aminetzah, líder de las Prácticas de Química y Agricultura de McKinsey, afirmó que con esta inestabilidad se empieza a crear un efecto de latigazo que tiene implicaciones secundarias en otras regiones granero, como Brasil. Por su parte, Rusia y Bielorrusia son fundamentales para la exportación de fertilizantes, que es el impulsor de las cosechas más importante para los agricultores.  

También en este momento el único país que está preparado es China, país aumentó significativamente su reserva estratégica en más del 70% desde 2008, pero otros mercados del mundo no están al mismo nivel de preparación. Según Nicolas Denis, socio de McKinsey, hacía 2023 entre 10 y 43 millones de toneladas de producción para la exportación podrían desaparecer.  

- La disrupción de la siembra, la cosecha y el transporte: los fertilizantes como la potasa son fundamentales para los agricultores, pero su precio se ha duplicado en los últimos meses. La escasez de fertilizantes se suma a la disrupción en la cadena de valor agrícola, ya que al tener unas ventanas específicas para preparar el campo, sembrar y cosechar, estas podrán no cumplirse si el conflicto se prolonga.  

Sin embargo, el impacto no se limita a la siembra y cosecha, porque se puede esperar una disrupción de la logística de transporte, que no podrá ser totalmente absorbida por alternativas como el ferrocarril y la carretera.  

¿Existe la posibilidad de una emergencia alimentaria global? 

Según el análisis hecho por McKinsey, el problema de seguridad alimentaria venía desde hace mucho, incluso, antes de la invasión rusa en Ucrania, por el aumento de la demanda general, productos básicos destinados a la producción de proteínas, el desperdicio de alimentos, efectos en las cosechas por fenómenos climáticos, entre otros. 

De acuerdo con los expertos de McKinsey, se puede demostrar que esas disrupciones se multiplicarán por cuatro hasta 2050. 

Para Nicolas Denis “lo que realmente importa es cuáles de estos hitos en los diferentes graneros del mundo —desde la preparación de los campos hasta la siembra y la cosecha— se alcanzarán y cuáles no”. 

Fuente

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