‘Pirámides’ ahora utilizan redes sociales para estafar ahorradores
20 Oct 2015 - 10:23 pm

La Superintendencia Financiera advirtió que las captadoras ilegales de dinero, más conocidas como “pirámides”, han trasladado sus negocios a las redes sociales, con la intención de ocupar un volumen más alto de público y evitar el control de las autoridades.
El Superintendente Financiero Jorge Castaño precisó que en lo corrido del 2015, se han identificado y detenido más de 65 convocatorias de diferentes captadoras circulando a través de Facebook y Twitter, además de 9 pirámides que funcionaban como fachadas.
“En lo que va corrido del año hemos hecho 9 actuaciones contra entidades ilegales que operan como pirámides, además de identificar y frenar más de 65 convocatorias que se hacen a través de correos, Facebook o Twitter, donde se ha logrado identificar una actuación sospechosa que invita al público en general a entregar recursos o realizar giros, para obtener rentabilidades o beneficios económicos sin que esto obedezca a la realidad de un negocio”, explicó.
El superintendente también advirtió que las personas que propaguen los mensajes o convocatorias de pirámides a través de las redes sociales, se verán expuestas a procedimientos legales.
“Ahora en las redes sociales no solamente incurre en una actividad ilegal desde el punto de vista administrativo o penal la persona que promociona o que ofrece una pirámide, sino también la persona que reenvía una publicación de Twitter o de Facebook se podría encontrarse inmerso en esta responsabilidad y puede llevarse multas o terminar detenido por la celebración de un delito”, puntualizó el Superfinanciero.
Después de 5 años las personas continúan invirtiendo en ‘pirámides’
La Superintendencia Financiera se mostró preocupada por la participación activa de muchas personas en las captadoras ilegales de dinero (Pirámides), después de 6 años de conocerse la ilegalidad de este tipo de negocio.
El Superintendente Jorge Castaño insistió en que sin importar lo atractivo del negocio, la captación es un delito y en el 95% de los casos los ahorradores terminan estafados.
“Desafortunadamente luego de 5 ó 6 años de ver este proceso y estos fenómenos, es una necesidad o una intención de las personas de querer obtener recursos fáciles aquí no hay un mayor nivel de ingenuidad, aquí simplemente es una decisión deliberada de apostar a un riesgo mayor para obtener una rentabilidad”, insistió.
Según Castaño está demostrado por la justicia, que más del 90% de los casos donde se intervienen pirámides, hay afectación al público que normalmente pierde los recursos invertidos.
“En los procesos judiciales por los cuales han demandado a la Superintendencia desde el 2008 a hoy, cerca del 60% han sido fallados a favor de la entidad, y llamo la atención en este punto porque allí se reconoce que existen los elementos de juicio para tener las decisiones sobre dónde y cómo invertir y las pérdidas pueden ser evitadas por el consumidor final”, indicó.