Restauran la Casa Museo Tequendama, 'joya arquitectónica' de Colombia
El lugar fue declarado como "Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional" por parte del Ministerio de Cultura.
Antes de 2011, la Casa Museo Tequendama estaba casi en ruinas. Hoy, gracias a la ayuda de fondos de la Unión Europea completó su restauración "aunque aún faltan algunos detalles", dijo María Victoria Blanco, directora ejecutiva Fundación Granja Ecológica El Porvenir.
La Casa está ubicada en el kilómetro 5,7 vía Mesitas, vereda San Francisco, Soacha (Cundinamarca).
Esta 'joya arquitectónica', construida en 1923 como un hotel para la clase alta de Bogotá, luego se convirtió en un restaurante y ya está restaurada completamente en lo estructural, "aunque aun faltan algunos detalles de ornamentación", señaló Blanco, quien lideró el trabajo.
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La recuperación
En 2013 empezó el proceso de recuperación desde lo estructural y estético. La casa, habilitada con 1.472 metros cuadrados de construcción, es actualmente un museo de fines de semana con temática ambiental y cultural.
Cerca de 300 mil euros fueron donados por la Unión Europea y gestionados por la Embajada de Francia.
"Francia ha apoyado a Colombia en la descontaminación del río Bogotá y su cuenca. Además, esta casa museo es una construcción típica del estilo francés. Nosotros la sentimos como una pequeña parte de Francia. Adicional, creemos que es un sitio perfecto para generar conciencia sobre el agua, entre los viajeros que pasan por esa carretera", dijo el Embajador de Francia, Gaultier Mignot.
Justamente, el embajador fue el anfitrión de un evento que celebraba la declaración del Ministerio de Cultura a la Casa Museo Tequendama como "Bien de Interés Cultural del ámbito nacional".
Contaminación del Salto de Tequendama
Cuando se ingresa a la Casa Museo Tequendama, lo más impactante es la caída de la cascada con espuma y también el olor nauseabundo.
Bien lo reseña en un documento la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca- CAR-: "Una caída de 257 metros, libera de presión, agentes contaminantes y bacterias los 210 kilómetros del caudal recorrido hasta este punto por el río Bogotá, que en este lugar se encuentra en su nivel más alto de contaminación".
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Jairo Andrés Peñuela, ingeniero químico y funcionario del área técnica de la CAR, explica que este cambio, en las condiciones físicas de la cuenca baja del río Bogotá, se debe a “un proceso de oxigenación y el cambio de energía potencial por energía cinética, que genera descomposición de materia orgánica, disminuyendo la demanda bioquímica de oxígeno y permitiendo que el río retome unas características que mejoran su calidad como tal”.
Esta razón permite la disminución de olores y conlleva a la formación de espumas, “que se producen por la presencia de jabones y grasas que, combinadas con la caída y velocidad del Salto del Tequendama, emulsionan y en eso se convierten”, explicó Peñuela.
El Salto en su historia tiene un componente indígena asociado a los mitos muiscas, que hablan de su conformación como una acción divina creada para evacuar las aguas de Bogotá.
También se le asocia a mitos urbanos, algunos suicidas y a otros fantasmales, que -a decir verdad- hoy por hoy sólo existen en la voz de unos incrédulos que repiten y repiten lo que escuchan a otros iguales a ellos.
Por lo pronto, la CAR adelanta la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales-Canoa en Soacha, proyecto que ayudará a la descontaminación del Salto de Tequendama, uno de los símbolos de la capital colombiana.
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