La poeta Shirley Campbell en la Filbo: “Rotundamente negra”

“Me niego rotundamente
A negar mi voz,
Mi sangre y mi piel”

Antropóloga, profesora, defensora de derechos humanos, activista afrolatina, escritora y poeta negra, la costarricense Shirley Campbell, descendiente de jamaicanos, ha hablado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá de la identidad de las mujeres negras, de su lucha, de su resistencia, de su búsqueda de reconocimiento.

Invitada a la "Fiesta de las lenguas" de la Dirección de Poblaciones del Ministerio de Cultura, también habló con RCN Clásica (www.rcnmundo.com/rcnclasica) de la perspectiva de su escritura: “Yo soy una mujer costarricense, afrocostarricense, una mujer afrolatina, una mujer de ascendencia africana, etc., etc., etc. Esa es la mujer que yo soy. En cada uno de sus espacios yo me encuentro y me identifico con todos y cada uno de ellos. Así que desde ahí yo escribo, desde esa posición, que son muchas, yo escribo”.

Como el poema de Gabriel Celaya, Campbell considera que “’La poesía es un arma cargada de futuro’. La poesía es la forma como yo hago mi activismo. La poesía es un instrumento maravilloso para cambiar el mundo. La poesía puede llegar al alma de las personas, y entonces yo creo que eso es lo que tengo para dar”.

Señala categóricamente que todavía existe racismo y discriminación en Latinoamérica, no solo en los ámbitos social y político sino en los de la cultura y la literatura. “Nosotros somos un ejemplo de eso. Al final de cuentas, el arte afrodescendiente, el arte negro sigue siendo considerado folclor, sigue siendo considerado como un parte marginal de la cultura; eso por un lado”.

“Y, por otro, nos siguen colocando en las esquinas. A pesar de que se reconoce que los afrodescendientes tenemos la capacidad de producir esa cultura, esa cultura sigue siendo marginal; la literatura nuestra sigue siendo marginal”, agrega.

El diálogo de Shirley Campbell con RCN Clásica terminó como empezó: con poesía, con resistencia e “Insistencia” poética:

“Insisto en renegar de todo cuanto me incomoda
en querer seguir siendo la parte más oscura e incómoda de este continente
en querer hablar la lengua heredada de mis antepasados, tan presentes
y en seguir danzando al pie de la letra la canción de mis abuelas”.