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Kendall Jenner
AFP

El Fyre Festival fue el centro de uno de los escándalos más sonados de la industria de la música, pues estafó a miles de fanáticos con un evento que no cumplió las maravillas que prometió. 

El evento, que se llevó a cabo en 2017, prometía ser un festival musical por todo lo alto en las Bahamas, con alojamiento de lujocomida gourmet, además de fiestas privadas a bordo de yates. 

Lo que parecía el 'megafestival', terminó siendo un fraude para todas las personas que pagaron miles de dólares, ya que se encontraron con algo muy diferente: tiendas de campaña en mal estado, colchones mojados, bandas canceladas, falta de agua, comida inesperada, entre otras cosas. 

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Por cuenta de este fraude, el empresario Billy McFarland, fundador del festival y CEO de Fyre Media Inc, fue condenado a seis años de prisión, a devolver 26 millones de dólares y, por supuesto, al escarnio público por el desastre que causó en compañía del rapero Ja Rule, también creador del evento. 

Si bien ahí podría haber terminado la cosa, lo cierto es que siguen dándose consecuencias del fallido Fyre Festival. Ahora, Gregory Messer, el encargado de supervisar la bancarrota de Fyre Media, interpuso una demanda contra las celebridades a las que se les pagó por promocionar el evento o fueron contratadas para presentarse. 

Blink-182, Pusha-T, Migos y Lil Yachty están en la lista, así como las supermodelos Kendall Jenner y Emily Ratajkowski, a las que se les está pidiendo la devolución del dinero que les fue pagado, al igual que a las otras estrellas que estuvieron involucradas con el evento en algún momento. 

Según Variety, con la demanda buscan que Blink-182 devuelva los 500 mil dólares que le fueron pagados por ser el 'headliner' del Fyre Festival. También que Jenner devuelva 275 mil dólares y Ratajkowski 300 mil dólares que recibieron a cambio de un post de Instagram para promocionar el evento. 

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La demanda asegura que las modelos demostraron una "clara falta de buena fe", pues nunca aclararon a sus seguidores que les habían pagado y tampoco asistieron al festival. 

"No informaron a sus fans y seguidores que al final decidieron no asistir al festival por problemas con el mismo, situación de la que las mismas agencias que las manejan estaban completamente al tanto", alega el documento. 

El Fyre Festival sigue generando controversia y siendo recordada como una de las mayores decepciones de la industria. 

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