Sobre los 85,6 kilómetros de la vía entre Bogotá y Villavicencio hay tres peajes
Javier Jules
¿Cuáles son las afectaciones que ha representado el proyecto de la Vía al Llano?
El recorrido sobre la vía se cumple en algunos tramos, con pasos controlados.
Recorrer la vía al Llano entre Bogotá y Villavicencio puede tomar entre una hora y treinta minutos. Cuando se desarrollan trabajos de mantenimiento sobre la carretera, ese tiempo se extiende hasta dos horas.
La situación es más compleja cuando se reporta un derrumbe, pues para superarlo se debe contar con el transporte de maquinaria. En ese caso, completar el recorrido puede tardar varias horas e incluso días enteros, como ocurrió el pasado 27 de agosto cuando la remoción de escombros tras un derrumbe en el kilómetro 64 más 200 demandó varios días.
Las secuelas
Con los ahorros de la familia, Diana Aguirre hace 15 años montó un supermercado en Guayabetal (Cundinamarca). En esa época, recuerda, el movimiento de personas era importante y los recursos obtenidos por la venta de alimentos y otros elementos le servían para encontrar el sustento para los suyos.
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El panorama cambió hace dos años para la comerciante. De los turistas que llegaban al municipio solo queda el recuerdo, porque “estos trancones nos tienen varados. Para uno pagar deudas o sacar plata no hay de dónde; entre todos los compañeros nos ayudamos pero ahora no hemos podido, ahora que tengo una deuda muy grande con un banco, no se de dónde voy a sacar”, agrega Aguirre.
La situación en Guayabetal y otras poblaciones cercanas también se ha visto afectada por los constantes cierres de la carretera.
El drama de vivir en la Vía al Llano
Afectaciones constantes son las que enfrentan quienes habitan a un lado de la carretera entre Bogotá y Villavicencio. Autoridades y expertos responden lo que está ocurriendo.
Franklin García, profesor en la institución educativa La Inmaculada, asegura que “debido a los problemas que se presentan constantemente, estamos enviando talleres de refuerzo para recuperar esas clases con los estudiantes y poder reforzar el conocimiento, porque estamos a fin de año y eso nos preocupa un poco. Por eso, la institución diseñó este plan de contingencia para que los niños no se queden atrasados en la temática”.
El alcalde de Guayabetal, Javier Ricardo Romero, expone que otra afectación es “el choque entre comunidad y Coviandes”.
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El alcalde cuenta que el campesino, ante las acusaciones del mal uso del suelo, piensa que deberían comprarle el predio “porque hay un derecho constitucional que es el de la propiedad y eso hay que respetarlo”.
Aún así, Romero indica que en el terreno “es realmente muy complejo hacer cambios de uso de suelo porque nuestra topografía no nos lo permite. El único cambio del uso de suelo que hacen los campesinos es que un año pueden sembrar fríjol y al otro año puede ser maíz o yuca”.
Por Javier Jules
