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¿fin del sueño
AMERICANO?

Por:
Valentina Antolinez
Camilo Rojas
Donald Trump

Las políticas de deportación del gobierno de Donald Trump establecieron desde el 2017 a su llegada a la Casa Blanca un giro de 180 grados. Cultivando una cultura de miedo.

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esde la llegada del presidente Donald Trump a Estados Unidos las deportaciones de inmigrantes de diferentes nacionalidades han tenido un aumento del 54% comparado con el último año de administración de Barack Obama.

Según un informe de la Oficina de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos en los últimos meses la cifra total de inmigrantes deportados alcanzó los 56 mil 710 casos en comparación con los 36 mil 849 del año 2016.

Sin embargo, la realidad para los colombianos es diferente, ya que en cifras de deportación según Migración Colombia en los últimos 5 años (5 mil 025 colombianos) han sido deportados desde Estados Unidos, de los cuales un 70% corresponden a colombianos en las edades comprendidas entre los 30 y 60 años entre el 2013 y 2017.

Manifestaciones contra el gobierno de Donald Trump. AFP

Por ejemplo, en cifras de este 2018 se puede ver que la migración sigue en aumento. El domingo 25 de febrero llegó al aeropuerto El Dorado en Bogotá un avión con 74 colombianos deportados de Estados Unidos.

Esto deja en evidencia que la tendencia con la llegada de Trump no se ha incrementado como se creía pero sí se ha mantenido.
Los expertos consideran que la era del republicano en la Casa Blanca no ha significado un cambio sustancial en el número de colombianos deportados desde Estados Unidos, pero a nivel general el panorama sí es aterrador.

Según un informe de la Oficina de Inmigración y Aduanas en los últimos meses la cifra de inmigrantes deportados alcanzó los 56 mil 710, lo que significa un 54 por ciento más que las deportaciones del Presidente Barack Obama en el mismo período de tiempo del 2016, que fueron 36 mil 849.

Protestas en contra del racismo en Estados Unidos. AFP

Estas cifras nos señalan que cada mes del 2017 llegaron a Colombia aproximadamente 79 nacionales deportados lo que supone que tan solo ha llegado aumentar un 5% comparado con el 2016.

Las cifras sí revelan un aumento en la deportación de colombianos entre los 18 y 29 años en un 34% lo que deja en evidencia que estos jóvenes conocidos como dreamers o soñadores estarían en el sistema Daca (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) programa que el presidente Trump quiere eliminar.

Además en lo que va corrido de este 2018 la variable es estable. Por ejemplo: el domingo 25 de febrero llegó al aeropuerto El Dorado en Bogotá un avión con 74 colombianos deportados de Estados Unidos.

Esto deja en evidencia que la tendencia de deportaciones con la llegada de Trump no se ha incrementado como se creía pero sí se ha mantenido para los colombianos, en cambio a nivel general el panorama sí es aterrador.

Lo que sí va en aumento es la aplicación de la ley migratoria, que ha llevado a que las más mínimas infracciones terminen en procesos de deportación y se imponga la cultura del miedo.

GLORIA MARÍA: 34 AÑOS

FEDERICO: 34 AÑOS

LUGAR DE RESIDENCIA: MIAMI

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Federico Cañón y Gloria María Rojas, colombianos en Estados Unidos.

SUEÑO AMERICANO:

“Mejorar la calidad de vida para nuestra familia”.

Todo empezó cuando una pareja de colombianos junto con su hija, emprendieron un viaje de turismo a la ciudad de Miami en los Estados Unidos.

Federico Cañón y Gloria María Rojas junto con su hija María Paz, llegaron a Miami para pasar las vacaciones de verano del 2014. Ellos fueron acogidos por un familiar quien les presentó a su círculo social, generándole así una oportunidad a Federico de montar su consultora en diseño y gerencia de proyectos.

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Los planes de la familia Cañón Rojas cambiaron drásticamente, ya que ellos tenían como destino Canadá, pero a raíz de unas modificaciones en los parámetros de los trámites de la documentación para residir allá, optaron por buscar en Estados Unidos una nueva oportunidad.

Ahora, el nuevo reto de Federico, Gloria María y María Paz era conseguir un status de residente, por lo que era necesario tener un patrocinio que respaldara la firma consultora de él y también presentar una serie de documentos donde justificara sus ingresos económicos.

En el momento en que entregaron todos los papeles a la oficina de migración, ellos adquirieron un status en el que se les permitía estar de forma legal por un periodo mientras daban respuesta a la solicitud. En este tiempo, ellos no podían salir del país, así fuera por razones de fuerza mayor, ya que llegarían a perder este beneficio.

Federico Cañón, Gloria María Rojas y su hija María Paz durante sus vacaciones en 2014. Cortesía

Después de año y medio, la familia Cañón Rojas recibió una respuesta en la que se les hacía la observación de agregar otra documentación. Mientras tanto, la familia todavía tenía el beneficio de usar el sistema de salud y tener el pase de conducción, documento que servía como identificación y garantía de que no eran personas ilegales.

En plenas elecciones presidenciales, se estaban entorpeciendo los trámites, ya que existía una incertidumbre de quién iba a ser el nuevo mandatario y además que nadie (ni el gobierno de Obama, ni el Estado, ni las campañas electorales) querían asumir decisiones sobre el tema migratorio.

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Después de agregar los documentos adicionales que solicitaba la oficina de migración y que eran sobre la verificación de los ingresos y cantidad de montos económicos, la solicitud llegó a ser rechazada. Esto tomó por sorpresa a la familia colombiana, por lo que decidieron realizar un recurso conocido como “motion to reopen” el cual permitía reunir las pruebas necesarias, para que se reconsiderara la respuesta y no tener la necesidad de apelar.

"Su solicitud de reconsideración ha sido denegada para la extensión a una cambio de estatus no migratorio".

documento

Además, la respuesta fue justificada en que el documento que se entregó después de la fecha establecida, lo cual no fue así, ya que la oficina postal certificó que la fecha de entrega fue antes del límite establecido. También fue rechazada porque no se cumplía con la cantidad de dinero registrada, hecho que no es cierto, ya que la cifra presentada en comparación con la exigida, superaba el monto.

Pasaron 8 meses y Gloria María dio a luz unos mellizos. En ese espacio la oficina de migración envió por vía internet la respuesta, en la que nuevamente fue rechazada su solicitud sin alguna explicación.

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Gloria María, Federico y María Paz ya estaban completamente instalados en Miami, tenían su apartamento, sus muebles, sus amigos, sus hijos disfrutando de la playa y de los parques y su hija en el colegio aprendiendo inglés y francés.
Ante la respuesta, ellos tenían que afrontar la situación y empezaron a consultar a varios abogados, los cuales coincidieron en que tenían que apelar, pero ninguno les aconsejaba la decisión correcta que debían tomar, así que lograron conseguir a uno de los abogados más prestigiosos de Estados Unidos en temas migratorios.
El asunto que ahora debía afrontar también la familia Cañón Rojas era que desde los dos años que estaban radicados en Miami, no se contaran como ilegales, ya que en el momento de que se las da una respuesta negativa, automáticamente pasan como ilegales desde el momento que pisaron suelo americano.

El abogado reconocido, les dijo que tenían todavía un año para salir antes de entrar a la barrera de 10 años de prohibición de entrar a Estados Unidos. Ante la respuesta rechazada, ya la familia se encontraba en un periodo de tres años de prohibición de entrar en el momento que abandonen el país.

Asimismo el abogado les dijo que existían todos los argumentos y justificaciones pero no había nada seguro de que la apelación saliera a favor de los Cañón Rojas y agregó que debían tener en cuenta que si decidían apelar también empiezan a tener gastos de honorarios.
Donald Trump queda elegido presidente de Estados Unidos y aunque para Federico Hillary Clinton no era la más ideal, era la que más favorecía a los migrantes. En ese momento la vida cambia negativamente para la familia.

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Para Federico y Gloria María, el miedo y el terror los empezó a acechar, pues los medios de comunicación empezaron hablar sobre los casos de violencia sobre xenofobia y la gente se sintió apoyada en ser agresiva con los inmigrantes.
Uno de los casos que empezó a sentir la familia fue cuando Gloria María salía al parque con sus bebes y donde se encontraba con niñeras, muchas de ellas latinas, especialmente cubanas y quienes le decían que se debía cuidar mucho para evitar que alguien se entere de sus condición migrante. Otro asunto fue cuando la familia fue a almorzar en un restaurante donde sus dueños y clientela eran de origen cubano y en donde sorpresivamente la mayoría era partidarios de Trump. Para Gloria María, los latinos se están pisando las mangueras entre ellos.

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La situación se volvió tan crítica, que la policía de tránsito intensificó sus controles, en el cual si veían que la licencia de transito estaba vencida, llegaban a deportar inmediatamente. En cambio durante la administración de Obama, se iba a juicio y se pagaba una fianza.
Pero un día, en una reunión de amigos, se les acercó uno de ellos a Gloria María y Federico y les preguntó: ¿Ustedes ya hicieron la carta para sus hijos? si no es así, les aconsejo que lo hagan especificando a quien se los van a dejar a cargo en caso que los deporten sin previo aviso, porque sino, como sus mellizos nacieron acá y tienen por ende nacionalidad americana, pueden pasar al Sistema de Protección Social de los Estados Unidos". Inmediatamente la familia Cañón Rojas tomó la decisión de irse y perder todo lo construido.

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En 2017 regresaron a Colombia. Cortesía

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Indignados ya en Colombia aseguraron que es increíble que un país como Estados Unidos llegué a ser más importante deportar a la gente que estar protegidos por la ley del cuidado de los niños. Como en ese punto ya era un hecho de que se tenían que ir, lo cual para María Paz fue difícil, fue un choque y se sentía triste. En el colegio, habían niños que le decían que los latinos eran ilegales y ella siempre le preguntaba a sus papás ¿no me van a dejar estudiar más? ¿me van a sacar del colegio?, pero siempre sus papás la hicieron sentir lo más segura posible.
La situación migratoria en Estados Unidos no ha sido nada fácil, hasta amigos europeos de Federico y Gloria María, también sentían el peso del cambio y querían devolverse.

Llegaron a Bogotá en el 2017 y para ellos ha sido un proceso difícil de adaptación. Además que los gastos para los bebés era más económico en los Estados Unidos, al igual que los colegios, donde los privados de la capital colombiana se llegan a comparar en costos, con los privados de allá.

La familia Cañón Rojas todavía duda si quieren regresar o no, porque el Estados Unidos que conocieron no es el mismo al que conocemos hoy. Además los factores de inseguridad, del porte de armas y de los homicidios en las escuelas, son agentes que también los hacen dudar.
Federico y Gloria María gastaron miles de dólares en trámites y en abogados. Así mismo en el alquiler del apartamento, en los muebles y en su vehículo. A pesar de que ya no viven en Miami, siguen pagando impuestos para los Estados Unidos.

JUAN VILLACIS: 58 AÑOS

LIANYS GUERRERO: 53 AÑOS

LUGAR DE RESIDENCIA: NEW YORK

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La familia Villacis Guerrero viajaron de Nariño a Nueva York en 2001.

SUEÑO AMERICANO:

“El sueño americano es compartir en familia: cocinando, viendo fútbol o las rutinas diarias”.

El conflicto que afectaba a Colombia a finales de los años 90 obligó a la familia Villacis Guerrero, quienes en la época vivían en Nariño, a buscar una nueva vida en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
Llegaron en el año 2001, 10 días antes de los atentados a las torres gemelas (9/11). La familia estaba conformada por Juan Villacis y Lyanis Guerrero, y sus hijas María Daniela y Liany.

Estos colombianos llegaron a Estados Unidos con visa de turista, con la intensión de pedir asilo político, por lo que contrataron una abogada, pero lo que no esperaban era que estuvieran mal asesorados y esta interpusiera un estado de protección a la familia, por lo que se complicaron las cosas y el juez no falló a favor de ellos.

Desde ese momento, los esposos Villacis Guerrero y sus hijas, debían reportarse cada año en la oficina de migración, pero ya cuando sale el programa Dacca (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) impulsada por el gobierno de Barack Obama, María Daniela y Liany tienen que renovar su permiso de residir en los Estados Unidos cada dos años. Aún así, la abuela de las niñas vive en Estados Unidos, desde ese entonces, ella ha intentado pedir nacionalidad americana a sus familiares, pero esto no ha tenido éxito.

Desde que llegaron a Estados Unidos, la familia empezó a realizar los trámites para conseguir su residencia, pero el sistema está muy atrasado, por lo que hasta el día de hoy, se están viendo los casos del 2005. Se espera una respuesta en el 2022.

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A Juan se le vencía el pasaporte el 17 de diciembre del 2017, por lo que los oficiales de ICE (Servicio de Migración y Control de Aduanas) aprovecharon esta oportunidad para justificar aún más su deportación y se la programaron para el 8 de diciembre del año pasado. En el caso de la señora Lianys Guerrero, por problemas de salud, no podían realizar la deportación inmediata, así que su fecha establecida está para el 8 de junio.

Ella tenía que salir el 10 de febrero del 2018, pero por estas cuestiones, se le programó para el 8 de junio.

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Juan Villacis y Lyanis Guerrero, y sus hijas María Daniela y Liany. Cortesía

El procedimiento es que ese mismo día debe ir al aeropuerto, allá la recibe un oficial, quien tiene su pasaporte, pues en las condiciones en las que se encuentra la familia, es la autoridad la que tiene en su pertenencia los pasaportes de cada uno.

Sin duda alguna, los oficiales de migración estaban antes más enfocados con gente que tiene pasado criminal que de cualquier persona que llevara una vida común y corriente, por lo que se vive un clima más complicado.

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Según medios norteamericanos, el porcentaje de detenidos y deportados en New York había subido un 900%, por ejemplo, Obama deportó a muchas personas pero tenían un record criminal. La situación es tan compleja, que a los oficiales ya no les importa si tienen Daca y que no pudieron renovar.

Según la experiencia de Juan, él estuvo en una mezcla de personas, había hasta personas que llevaban 40 años y que trataron de hacer las mejores cosas.

Juan y Lianys se dedicaban a ser terapistas físicos, estaban felices y les iba bien y a pesar de que los trataron de esta forma, aún Lianys sigue queriendo mucho a Estados Unidos.

María Daniela y Liany, quienes tienen 22 años, ya están próximas a graduarse de la Universidad, cada una ya se encuentra vinculada en un trabajo. Liany trabaja en un banco en el sector de las finanzas, María Daniela, trabaja en una firma de marketing en Manhattan.

En el caso de las hermanas Villacis afortunadamente se encuentran en empresas que las respaldan con respecto a su situación, ya que existen organizaciones e industrias que no contratan así tengan un estatus de Daca.
Liany alcanzó a renovar su Daca y se debe volver a presentarse en el 2019, mientras que María Daniela hasta ahora está en trámites de renovación, por lo que tiene temor de que corra riesgo en el proceso.

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Con respecto a sus amistades, los más cercanos son amigos latinos, liberales y pro inmigración. Así mismo, hay un grupo de gente muy grande que trata de ayudar a los inmigrantes.

Con respecto a la relación con su papá, a pesar de estar a larga distancia se hablan todos los días y es donde Juan les expresa que no sabe como ubicarse, pues no ha vivido en Colombia durante 17 años y en Quito, donde está actualmente, no vivía hace 30. Son días difíciles, pero él tiene ánimos de salir adelante y lo que más quiere es volver a Estados Unidos, pero como él fue deportado, no podrá volver en 10 años, a no ser que su solicitud de nacionalidad sea aprobada, siendo en este caso en el que deben pedir perdón y por lo tanto podrían volver en menos años al país.

Algo que le ha sorprendido a María Daniela, es que muchos oficiales que son inmigrantes, son latinos e hispanos ya sea porque la mamá o la abuela son ciudadanos y se sienten americanos y por lo tanto adoptan una actitud de ser superior.

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Juan Villacis fue deportado y no podrá regresar en 10 años. Cortesía

“A veces me dan ganas de irme, por estar con mis papás, somos una familia muy cercana. Extraño a mi familia también en el Ecuador”, nos cuenta una de las jóvenes.

Las hermanas Villacis tienen claro que si se van de Estados Unidos, lo hicieron dando todo en el país y así mismo, tienen muy claro que están cumpliendo lo que sus papás siempre han querido, que tengan unas vidas exitosas en Estados Unidos.

Para María Daniela, su sueño americano es estar con su familia en Estados Unidos y ha tenido muy claro que tiene muchas ganas de volver a Colombia, pues por más de 16 años no ha vuelto a su país de origen y siempre dice junto con su hermana que son orgullosamente colombianas.

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A partir de las experiencias de la familia Villacis, han tenido muy claro que en Estados Unidos, las diferentes nacionalidades en América latina entran en una misma categoría y se les conoce como latinos, pero en esta han sido excluidos los mexicanos, quienes tienen su propia categorización y los estadounidenses le dan un mal estatus, ya que los ven como “los que entraron ilegalmente por la frontera”.

ADRIANA ROZO

LUGAR DE RESIDENCIA: MIAMI

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Adriana Rozo vive hace 20 años en Estados Unidos.

SUEÑO AMERICANO:

“A mis 24 años era poder tener mis hijos en un país más seguro”.

Adriana Rozo, una ciudadana colombiana que vive en Estados Unidos desde hace más de 20 años, se considera una partidaria del presidente Donald Trump.

Su historia en Estados Unidos inicia cuando llega a los 24 años al Estado de Texas con visa de turista buscando posibilidades de quedarse. Durante su estadía, Adriana conoció a un hombre con quien contrajo matrimonio y quien estaba pidiendo asilo político, por lo tanto ella logró radicarse de forma legal en el país norteamericano.

Su relación con la política estadounidense empezó cuando ella, por cuestiones laborales estaba haciendo seguimiento a los discursos de los candidatos a la presidencia para las elecciones del 2016. A su vez, veía los diferentes medios de comunicación y se dio cuenta desde su punto de vista como periodista que no estaban reportando lo que realmente se decía en los eventos de los candidatos, por lo que es claro que ellos tenían otros intereses.

En las redes sociales se estaba formando un voluntariado llamado "Latinas con Donald Trump”, que llamó la atención de Adriana. Decidió ir a un encuentro, donde conoció a gente que compartía sus posturas y en un ambiente de campaña donde fue muy bien acogida.
A Adriana le encantan las propuestas de Donald Trump, lo considera como un hombre sin mentiras.

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Algo que le molestó a Adriana es que digan que Trump odia a los mexicanos, hecho que para ella no es así, ya que existe un contexto dentro de sus pronunciamientos de los cuales no se tienen en cuenta y llega a ser mal interpretado.

Asimismo Adriana nunca se ha sentido discriminada por los estadounidenses, es más, ella asegura que eso depende mucho de la actitud frente a la vida diaria. Por otro lado, si asegura que se ha visto agredida indirectamente por latinos en redes sociales desde que demostró públicamente su apoyo a Donald Trump.

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Durante la campaña Adriana se unió a 'Latinas con Donald Trump'. Cortesía

Adriana es consciente de que la situación migratoria en Estados Unidos es un tema del día a día, pero considera que es hora de tomar medidas, pues Estados Unidos ha sido muy relajado con el tema desde hace décadas, explicando que las leyes migratorias no han cambiado, pero lo que Trump ha hecho y admira de él es que está buscando a los criminales migrantes para deportarlos.

Además las personas son consientes que desde que cumplan su fecha límite de legal, pasan automáticamente a ilegales. Sin duda, hay miedo en ellos.

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Una de las razones que expone Adriana con respecto a estar en contra de los inmigrantes que fomentan el crimen son por las noticias que se han venido presentando en Estados Unidos, como el caso sucedido en la ciudad de San Francisco, donde un mexicano violó y torturó a una mujer. Ella teme que esta gente que es deportada a su país, vuelva por medio de la frontera.
Para ella no es conveniente que entren más latinos criminales, pues son ellos los que están dañando la imagen y al país.

Otra de las problemáticas es que muchos políticos y presidentes han intentado favorecer a los migrantes sanos, pero siempre con intensiones políticas, destacando acá a los Demócratas y pone como ejemplo cuando Trump accedió en tomar el camino de otorgar la ciudadanía los inmigrantes a cambio de que se aprobara el presupuesto en el Congreso para la construcción del muro. Por supuesto, los Demócratas rechazaron esto.
El sueño americano no ha llegado a su fin, ella explica que se llevó a su mamá, a su papá e intenta llevar a la esposa de su papá. Adriana asegura que todavía la gente puede entrar al país, pero "tiene que entrar por la puerta y debe entrar saltando el río. Lo ideal es que entren por merito".

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Sin duda, una de las grandes problemáticas para que la gente no le guste el presidente Trump y exista toda esta difamación es que para Adriana la gente no tiene tiempo de investigar y no sabe inglés desde que han llegado al país, entonces pasan la vida en una burbuja y se quedan con su lengua nativa.

Por lo tanto, el inglés como el conocimiento de la historia americana debe ser requisito obligatorio para adquirir la nacionalidad.

Adriana ha estudiado la historia y la constitución de los Estados Unidos y pone como ejemplo la segunda enmienda, que habla del porte de armas de manera legal y aunque ella no le gusten, afirma que en el momento que la leyó y vio las estadísticas del uso de estas, entiende porque Estados Unidos es libre y ha caído en manos de dictadores.

En 2016 apoyó la candidatura de Trump. Cortesía

También crítica las manifestaciones de los inmigrantes, diciendo que exigen frente a la Casa Blanca sus derechos, pero donde no han entendido que han llegado a una casa ajena y por lo tanto deben adaptarse a las nuevas reglas. Legalícese y ahí si exija.

Pero Adriana también tiene críticas a la cultura americana, donde explica que el estadounidense es una persona "muy dormida" y donde el sistema educativo es malo, ya que ni saben que es Suramérica. "Ellos creen que todo el mundo piensa igual que ellos y hasta ahora se están dando cuenta de lo que está pasando. Está llegando una cultura diferente. Un enfrentamiento cultural".