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Lo que siente y piensa una mujer que decide abortar

Tres mujeres que decidieron interrumpir de manera voluntaria su embarazo nos contaron qué sintieron y de qué manera enfrentaron su realidad.

Comenzó la cuenta regresiva en la Corte Constitucional. El magistrado Alejandro Linares presentó ponencia al pleno del alto tribunal para despenalizar en su totalidad el aborto en Colombia.

RCN Radio conversó con algunas mujeres, quienes nos narraron sus historias al decidir interrumpir de manera voluntaria sus embarazos.

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Ana, 26 años

La historia de Ana* ocurrió diez años atrás, cuando tenía 16 años. Estaba en noveno grado y su novio era un año menor que ella. Quedó embarazada y a pesar de su corta de edad, su decisión era tener al bebé.

A pesar de ser pequeña, pensaba que un aborto no cabía en mi vida. Tenía siete semanas y cuatro días; me dijeron que si quería hacerme el aborto tenía tres días para decidirme. Mi respuesta fue 'se va a quedar esperando porque no lo haré'".

Conoció que estaba embarazada el día que su mamá la llevó a un chequeo médico; desde hace días padecía lo que ella consideraba 'problemas estomacales'.

Mi mamá y yo quedamos desconcertadas; lo primero que mi mamá me preguntó es que si yo tenía relaciones, le dije que sí; pero yo no le creía a la enfermera y le dije '¿Acaso estoy embarazada?'. La enfermera me dice sí, ese puntico que ve ahí es el corazón. Yo la verdad quedé en shock, no sabía qué pensar, ni qué decir; mi mamá se afectó mucho y empezó a llorar.- Ella lloraba y lloraba y me preguntaba qué iba a hacer”, contó.

La determinación de no interrumpir su embarazo solo duró unos días. Su mamá le pidió que abandonara la casa; su papá no la aceptó en la de él; en el colegio le dijeron que solo podría estar durante ese año escolar.

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Y firmé el papel que decía que yo voluntariamente estaba aceptando tener ese aborto. Me dieron unas pastas esa noche, yo me las tomé. Es terrible el dolor que se siente tanto físico, como espiritual, emocional, es terrible el dolor. Duré como ocho días en cama; me hicieron otra ecografía y me dijeron que el aborto fue incompleto, que me tenían que hacer un degrado, salgo de eso, y ahí mi vida cambió totalmente…es algo que nunca voy a olvidar, que siempre voy a tener marcado”.

María, 54 años

La historia de María*, ocurrió hace 30 años. En ese entonces tenía 24 años y un novio que la llevó de la mano hasta el lugar donde interrumpiría su embarazo; al terminar el procedimiento, él ya no la esperaba.

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Salí con mi vida partida en dos, a tratar de seguir viviendo en una completa mentira, porque desde ese momento todo fue mentira para mí. Tratar de aparentar que estaba bien, que estaba plena, cuando por dentro estaba destrozada, así pasaron alrededor de dos o cuatro años”.

Cuatro años después volvió a quedar embarazada. La pareja que tenía en ese tiempo no la apoyó. La ayuda que le brindó una amiga fue la siguiente:

"'Si quieres yo te acompaño y vamos a un sitio donde te pueden hacer el aborto'. En este momento no entiendo por qué nunca tuve el coraje de contarles a ellos (a su familia), por qué estuvo presente el miedo, esa confusión de no acudir a otra ayuda sino a lo más fácil que era acabar con la vida de mis hijos”, relató.

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Rosa, 50 años

La historia de Rosa* se remonta a 32 años atrás. Estaba en la universidad cuando quedó embarazada. Sabía que no contaría con el apoyo de su familia; y no se imaginaba como compañero permanente al novio que tenía.

Decidió interrumpir su embarazo; lo hizo en silencio. Lo hizo con la certeza de que no era el momento, certeza que aún mantiene. Hoy Rosa le pone rostro  a su historia, pero no voz. Sigue convencida de haber tomado la decisión correcta.

*Se han cambiado los nombres.