[Video] La historia del profesor colombiano que se quedó ciego y ahora le enseña a niños invidentes

La lectura, como vehículo fundamental para la adquisición de conocimiento, es también una herramienta imprescindible para ejercer el derecho a la información, a la cultura y a la educación. Sin embargo, para las personas con discapacidad visual la lectura no es una tarea fácil. 

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Para garantizar a las personas con discapacidad visual el acceso a la lectura, es necesario contar con diferentes formatos accesibles; el principal, quizás, uno de los más importantes, es el sistema Braille, que sigue siendo hoy por hoy, el medio de acceso a la lectura más utilizado por las personas ciegas y con baja visión, cuya funcionalidad visual no les permite leer mediante el sistema convencional en caracteres ampliados.

Sin embargo, no es una tarea fácil enseñar Braille. Por esta razón, la historia de Edgar Rico, profesor de 64 años que quedó ciego desde los 10 por cuenta de una infección, ha conmovido a tantos colombianos, dado que ha entregado su vida para que niños que pasan por lo mismo que él pasó puedan acceder al conocimiento

El profesor cuenta que tiene recuerdos leves de su pueblo en Lérida (Tolima), de sus amigos y de los colores, recuerdos que lo motivaron a seguir adelanto y buscar que otras personas en condición de discapacidad visual pudieran entender y conocer lo que él pudo en sus primeros años de vida.

Martha, su esposa, lo ayuda con todo, "no solo es mi mano derecha, es mi mano, mi pie, mi todo". Ella lo lleva al colegio, donde Edgar ya se desenvuelve como pez en el agua.

Conoce todos los salones, las distancias y recorridos que debe hacer para dictar cada una de sus clases y no llegarle tarde a sus estudiantes para las clases de Braille. 

Uno de sus alumnos, califica como muy valiosa la labor de Edgar: “Transporta el conocimiento de los que ven, a una forma más adecuada para nosotros”, dice Juan Diego Ortiz a Noticias RCN.

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Finalmente, su hijo Juan Sebastián, lo califica como un “ejemplo” ya que su padre es la viva muestra de que nada es imposible. “Todo se puede hacer, si tú tienes las ganas, la proyección y la mentalidad, todo se puede lograr. Tú ves a mi papá y dices cualquier dolencia u obstáculo que tengas en tu camino es diminuto”.

A continuación la historia de Edgar: