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Mascotas y adultos mayores
Paula Bronstein / AFP

Los adultos mayores están en mayor riesgo de soledad y aislamiento social. Según la CDC de Estados Unidos es porque es más probable que enfrenten factores como vivir solos, perder familiares o amigos, tener enfermedades crónicas y pérdida auditivas. La soledad significa sentirse solo independientemente de la cantidad de contactos sociales. Esta situación pudo agravarse con la pandemia.

Además, según el reporte del Análisis de Situación de Salud (ASIS), del Ministerio de Salud, actualmente más del 50 % de los hombres entre 60 y 69 años siguen trabajando de forma activa, mientras que el 16,1 % están dedicados a hacer oficios del hogar, el 6,8 % tiene alguna incapacidad permanente para trabajar, y el 21,5 % realiza otro tipo de actividades.

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Así mismo, hacia los 70 años y más, el 50 % de esta población ya no trabaja (aumentando el número de personas con discapacidad para trabajar), mientras que el 32 % realizan otro tipo de actividades.

Teniendo en cuenta este panorama, expertos han comenzado a recomendar que este sector de la población incluya en sus vidas a las mascotas, dado que les traería varios beneficios, tanto desde el punto de vista médico, hasta en el aspecto social.

“Los mayores de 70 años deben hacer una serie de ajustes en su vida, y por estar en un declinar fisiológico, el vínculo humano-animal se propone como una alternativa para mejorar su calidad de vida, ya que está basado en teorías de apoyo y apego social y biofilia (amor y conexión con la naturaleza)”, dice la fisioterapeuta Fabiola Moscoso Alvarado, profesora del Departamento del Movimiento Corporal Humano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia.

La experta, quien está certificada como Entrenadora de Perros de Servicio y en Terapia y Educación Asistida en Perros,  hizo una revisión de artículos y publicaciones académicas relacionadas con los efectos positivos de los animales de compañía en los últimos 5 años, de los cuales resultaron 17 evidencias.

Los estudios se refieren a los beneficios cardiovasculares que puede traer la compañía de mascotas, por ejemplo, el hecho de tenerlas estaría asociado con un menor riesgo de sufrir ataques cardíacos o morir por este tipo de enfermedades; sin embargo, se debe ser cuidadoso para manejar posibles enfermedades zoonóticas o alergias.

Otros estudios refieren que asistir a un grupo básico de entrenamiento de obediencia canina puede llevar a los dueños de los perros a caminar más y sentarse menos como parte del ejercicio, lo que contribuye a una mayor movilidad y mejor estado físico en la población adulta mayor.

En el aspecto psicosocial, algunas de las investigaciones exploradas por la docente Moscoso evidencian, por ejemplo, que la tenencia de mascotas contribuye a prevenir la depresión y mitigar la sensación de soledad, ya que sus dueños las consideran como una importante fuente de apoyo social.

Características de las mascotas sí importan

Señala además que “antes de pensar en llevar una mascota al hogar, es importante que se tenga afinidad por los animales, pero si se trata de escoger a la compañía ‘perfecta’, se deben tener en cuenta las características de cada especie y raza, pues esto influirá en que su compañía tenga efectos positivos o negativos en los humanos”.

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En el caso de los perros, estos tienen comportamientos típicos que dependerán de sus características y su edad evolutiva. Por ejemplo, los boxer, mastín o rottweiler siempre se comportan como cachorros, mientras que los retriever tienden a ser muy juguetones, sobre todo entre los 2 y 4 meses, explica Moscoso.

Los pastores son más interceptores, los lebreles o galgos son más depredadores entre los 6 meses y el año, mientras que el husky siberiano tiene una personalidad más adulta a partir del año y son más independientes del ser humano, "por eso para sugerirle a la persona qué mascota tener requiere de un minucioso análisis, pensar en el adulto mayor, sus condiciones y capacidades para manejarla”, agrega la experta.

“Un labrador puede llegar a pesar entre 32 y 35 kilogramos, y cuando envejezca puede representar una carga más pesada para el adulto mayor, quien tendrá sus propios problemas de salud. Por esta y más razones se debe tener en cuenta el tamaño del perro, o si este es o no muy juguetón, si le gusta correr mucho o no, pues estas condiciones podrían llevar a que las personas mayores tengan accidentes en el hogar”, concluye la docente.

Fuente

Sistema Integrado Digital

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