La alimentación consiente, una práctica que puede mejorar los hábitos alimenticios
El mindful eating se ha convertido en tendencia para mejorar la salud.
-Barriga llena, corazón contento-, con esta expresión las mamás colombianas han enseñado a sus hijos a tener una buena alimentación. Sin embargo, en la actualidad los hábitos alimenticios se han transformado, la tecnología y los aparatos digitales han permeado hasta los momentos para alimentarse.
La hora de la comida se ha transformado a lo largo de la historia: antes era el momento para encontrarse con la familia y disfrutar de los alimentos; luego con la llegada de la radio y la televisión este momento empezó a ser compartido con las noticias y novelas. Ahora con los celulares y el uso de las redes sociales hacen que la comida no se disfrute y genere problemas de salud. Y es que en algunas ocasiones el hambre que se siente puede ser física o emocional.
Mindful eating, la base de buenos hábitos alimenticios
Los problemas gastrointestinales, la inflamación del abdomen, la gastritis y otras enfermedades se han agravado en la actualidad, y las buenas prácticas al momento de comer pueden mejorar el estado de salud.
Por eso, algunos expertos han desarrollado herramientas como el mindful eating o alimentación consiente, definida como una práctica que consiste en utilizar todos los sentidos al momento de comer. Además de utilizar los cinco sentidos, las emociones también se convierten en un punto central para que esta nueva práctica surja efecto.
Según Lilian Cheung, profesora y directora de Promoción de la Salud y Comunicación en el departamento de Nutrición de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard, esta forma de alimentarse “se deriva de la filosofía más amplia del mindfulness, una práctica generalizada y centenaria utilizada en muchas religiones".
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Para la profesora Cheung, enfocar todos los sentidos y emociones en una misma acción permite a la persona tener conciencia con esta actividad. Dentro de las opciones que plantea esta filosofía, se encuentran la alimentación consiente y la alimentación intuitiva, cada una con características específicas para el propósito que tenga la persona.
De acuerdo con Lisa Young, profesora de Nutrición en la Universidad de Nueva York, los métodos de alimentación varían según las necesidades, aunque la alimentación consiente es la que más se adapta a diferentes perfiles: “Es más fácil de usar para un público más amplio porque es una herramienta que puede incorporarse a muchos métodos diferentes", comenta.
Aunque las expertas indican que esta práctica no es la única opción para resolver los problemas con la comida y la salud, algunos estudios la toman por los beneficios que tienen en el cuerpo de las personas.
¿Lo que tiene es hambre física o emocional?
Dentro de los aspectos que toma en cuenta esta metodología, se encuentra el resolver o identificar los síntomas y sensaciones cuando se quiere comer algo.
Para algunas personas, la ansiedad se convierte en ganas impulsivas de comer, para algunos otros la tristeza o depresión se refleja en algunos antojos, por eso los expertos en esta área buscan identificar si la necesidad de comer proyecta algo emocional o es físico.
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Algunos han experimentado pérdida o estabilidad en el peso, alivio del colon irritable, reducción del estrés y algunos síntomas gastrointestinales, indica Young.
¿Cómo tener una alimentación consiente?
Los sentidos (gusto, olfato, escucha, tacto y vista) tienen que estar en sintonía con lo que se está comiendo. Para Teresa T. Fung, profesora y directora del Programa Didáctico de Dietética de la Universidad Simmons de Boston, estos sentidos tienen que estar alineados con los pensamientos.
"Cuando desayune, no voy a estar con mi iPad en la mano leyendo las noticias de hoy. No voy a revisar mi correo electrónico. Me sentaré en un lugar tranquilo, puede ser un sofá. No tengo que sentarme en la mesa del comedor", comenta en una entrevista con CNN.
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Por eso, es importante tomar un espacio y un tiempo para degustar los alimentos, saber e identificar cuando se está satisfecho y parar en el momento justo, todo esto evitando el uso de teléfonos celulares y otros aparatos que puedan distraerlos.
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