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Hidroituango.
Proyecto hidroeléctrico de Hidroituango.
Foto: AFP

Rodolfo García, investigador en Megaproyectos, doctorado en ingeniería y profesor de la Universidad Nacional de Colombia analizó las deficiencias que tiene el país a la hora de estructurar obras como Hidroituango, Chirajara, Reficar y Lisama.

En 2016, Sierra concluyó la tesis doctoral llamada:“Toma de decisiones por grandes organizaciones en condiciones de incertidumbre: estudio de las grandes hidroeléctricas en Colombia 2010-2020”.

En esta entrevista realizada por RCN Radio, indagamos por los megraproyectos que tienen varias cosas en común: escasa información que conduce a decisiones llenas de incertidumbre.

 ¿Cómo se toman las decisiones ambientales cuando se piensa en construir grandes proyectos de desarrollo en Colombia?

En Colombia los promotores de grandes obras utilizan un modelo de decisiones basado en expertos con gran incertidumbre; en este caso, en lo ambiental. Menos de diez personas están encargadas de definir los mapas de riesgo.

A veces reciben asesoría de un consultor externo, pero se prioriza la experiencia propia por encima de la experiencia de otros. Además, los “expertos” enfrentan restricciones en el tiempo y en la capacidad de procesar la información.

 ¿Qué consecuencias tiene tomar decisiones de esta manera?

Está demostrado que los megaproyectos terminan subestimados entre el 42% al 100% en los valores de los megaproyectos tanto en tiempo y en costo. Es decir, se estima un proyecto a cinco años y este modelo de decisión dice que lo puedo terminar en tres años y medio,  cuando la realidad es que son ocho o más años.

La incertidumbre es demasiada, es enorme. Las comunidades, la infraestructura cae en ambigüedades.

 ¿Cuáles  son las causas de la emergencia ambiental en Hidroituango?

Las causas son que no solo va a costar mucho más en términos sociales y ambientales porque  ya estamos viendo que todo está desbordado. El proyecto está proyectado para 50 años, pero ya en los primeros cinco hay emergencias. Imagínese en los próximos 45 años.

Hay muchas dudas sobre este proyecto, porque lo que se ha conocido en los medios es que EPM debe compensar la energía que no pudieron o no van a poder generar en este proyecto y  van a utilizar el carbón, contaminado más.

Además, en este momento de la emergencia no se habla de la biomasa. ¿Qué va a pasar con toda esa biomasa? Eso genera gas metano. Es decir, seguimos hablando de más contaminación.

 ¿Qué relación tienen la caída del puente de Chirajara en el Meta, el derrame de petróleo en Lisama (Santander) e Hidroituango en Antioquia?

Las tres son consecuencia del modelo de decisiones basado en experto. Se subestiman los impactos ambientales; en el puente de Chirajara, que dejó nueve personas muertas, se tuvo que buscar ayuda externa porque no teníamos el conocimiento interno.

En Lisama se tuvo que traer tecnologías exóticas, igual de afuera, porque no supimos cómo hacer el cierre del pozo. En Hidroituango se conoció en el inicio de la emergencia que buscaron expertos en explosiones submarinas; todo esto por fuera de la licencia ambiental.

 ¿Por qué pasa esto?

En Colombia y en Latinoamérica es muy fácil asumir retos que van más allá de las posibilidades nuestras. Tenemos una idea de desarrollo que entre más grande mejor y esa capacidad nos desborda y nos expone a riesgos como los que hemos visto.

Entonces, quisimos construir la única refinería de Colombia y salió Reficar; quisimos tapar un pozo y salió Lisama; quisimos construir un puente y se cayó; quisimos construir una gran hidroeléctrica y salió Hidroituango con una tragedia.

 ¿Por qué dice que la construcción de hidroeléctricas en Colombia pasó de ser una decisión política a ser una decisión basada en criterios privados?

El ordenamiento institucional favorece al privado por encima de la evaluación de grandes talentos que no están al servicio de evaluar objetivamente, sino evaluar según las mejores alternativas que requiera la empresa.

 ¿Dónde quedan las comunidades en la toma de decisiones ambientales para construir proyectos de desarrollo en Colombia?

Lo que nos muestran es que los estudios son muy pobres en Colombia. Acá no hacemos verdaderos censos a la población ni a los ecosistemas cuando se van a construir grandes obras de ingeniería. A las comunidades se les considera externas al proyecto y solo hacen parte de él, cuando se les informa que deben ser evacuadas.

 Usted habla de la mega diversidad vs los megaproyectos ¿Cómo es esto?

A Colombia la reconocen a nivel internacional por ser un país megadiverso pero paradójicamente eso no es suficiente para cancelar un megaproyecto. Es curioso que Colombia es megadiverso solo hasta que llega un megaproyecto.

 ¿Cuáles son las consecuencias de hacer estos proyectos sin tener en cuenta lo ambiental?

Le cuesta más al país. El impacto ambiental no lo vamos a saber de inmediato. Lo sabremos en unos 10 o 20 años. Si seguimos con este modelo de decisiones, no vamos a tener la opción de usar bien los recursos.

 ¿Quiénes pierden con Hidroituango?

Pierden las comunidades, el medio ambiente y la propia empresa por los sobrecostos. Un megaproyecto con todas las dificultades como Hidroituango no necesariamente es rentable.

 ¿Quiénes no pierden con Hidroituango?

No pierden las empresas que financian a EPM. La banca internacional no pierde. Si el proyecto se demora más tiempo, eso significa más intereses y exigencias de más garantías para mantener los préstamos. Las grandes obras de ingeniera casi siempre requieren grandes préstamos internacionales.

-Gremios de energía y gas expresan su respaldo a EPM-

En días pasados, los gremios del sector de  energía y gas manifestaron, a través de un comunicado, su respaldo a Empresas Públicas de Medellín (EPM) ante la difícil situación que se está presentado en la hidroeléctrica de Ituango.

En el documento firmado por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg) y Naturgas, entre otros, los gremios aseguraron que, en el corto y mediano plazo no hay motivos de alarma ante el inminente retraso de entrada en operación de Hidroituango.

Igualmente señalaron que el sector tiene la capacidad para seguir abasteciendo la demanda de energía requerida por los colombianos con la generación actual.

Los gremios destacaron el  liderazgo  y los esfuerzos que han hecho tanto el Gobierno como EPM “para preservar, en primer lugar, la vida e integridad de los habitantes y biodiversidad de la cuenca del río Cauca y, en segundo lugar, salvaguardar las obras del proyecto hidroeléctrico más grande del país”.

“Confiamos que EPM, siendo una de las empresas más importantes de Colombia y que cuenta con una amplia trayectoria que acredita su profesionalismo, encontrará una pronta solución a esta situación”, puntualizó el comunicado firmado por todos los gremios del sector de la energía.

Fuente

RCN Radio.

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