Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Oso de anteojos en Chingaza, Cundinamarca.
Cristian Amaya/ RCN Radio.

El momento ocurrió de la forma más inesperada. Inicialmente, observamos a un oso de anteojos, pero luego nos dimos cuenta que eran dos. 

Iniciamos este recorrido en el Parque Nacional Natural (PNN) Chingaza, ubicado en once municipios de los departamentos de Cundinamarca y Meta.

Los funcionarios del Parque ultiman detalles para reabrir sus puertas al ecoturismo. Habilitarán, por ahora, dos de los seis senderos que tiene el área protegida.

Durante casi siete meses, Chingaza estuvo cerrado a los turistas y se prepara para abrir, teniendo en cuenta los protocolos de bioseguridad y evitar el contagio del nuevo coronavirus. 

El equipo de RCN Radio recorrió uno de los senderos que estará abierto de nuevo. Antes de caminar por unos 40 minutos, Juan Carlos Clavijo, jefe del PNN Chingaza, explicó por qué este lugar, recientemente fue incluido dentro de la Lista Verde de Áreas Protegidas que, en últimas, lo cataloga como uno de los sitios más conservados del planeta.

"Este parque fue reconocido a nivel mundial por tener un alto índice en salud del estado de los ecosistemas. Es fuente de vida. Acá tenemos registradas por lo menos unas 1.000 especies de flora y fauna", explicó. 

Chingaza es también valorado por ser el epicentro en la fabricación de agua. Este lugar abastece en un 70% a Bogotá y un 30% a otras regiones de Cundinamarca y Meta. 

"Hay unas 160 lagunas en un muy buen estado de conservación. Tenemos registradas unas 500 especies de aves, 90 de mamíferos, casi 100 de orquídeas, entre otras especies", indicó. 

Chingaza es el hábitat también de varias especies amenazadas a la extinción como el cóndor de los Andes, pumas, seis especies de frailejones (una planta única en los páramos que ayuda absorber el agua para luego liberarla) y el oso de anteojos o conocido también como el Oso Andino. 

"Cinco países de los Andes comparten la existencia del Oso Andino, entre ellos Colombia. Chingaza es el lugar donde se cree, hay más osos de anteojos en el país. Solo hay 50", indicó Héctor Restrepo, biólogo e investigador desde hace 30 años de esta especie.

RCN Radio avista a dos osos de anteojos en Chingaza, Cundinamarca.
El momento ocurrió de la forma más inesperada. Inicialmente observamos a un oso de anteojos, pero luego nos dimos cuenta que eran dos. El hecho ocurrió en el Parque Nacional Natural Chingaza en Cundinamarca, considerado uno de los sitios más conservados del planeta.

La pérdida de hábitat es su mayor amenaza a la extinción, provocada por la tala de árboles para los cultivos agrícolas y la ganadería, asimismo, la construcción de viviendas hacen que esta especie se encuentre en la categoría de Vulnerable a la Extinción.

"Es preocupante el panorama del oso de anteojos. Cada vez se pierde más hábitat y pareciera estar condenado a desaparecer del planeta", mencionó el investigador. 

Y añadió que entre los biólogos e investigadores es muy común decir "que donde hay bosques y agua, está el oso. La presencia de esta especie es sinónimo de una muy buena calidad de agua y de bosques. Por eso, su conservación es fundamental para la vida de otras especies del mundo". 

Avistamiento

En varias ocasiones hemos visitado el Parque Nacional Natural Chingaza para hacer reportajes sobre la enorme biodiversidad, sin éxito de avistar a un oso de anteojos.

Cuando hicimos el recorrido por uno de los senderos, no vimos ningún oso. Sin embargo, momentos antes de regresar a Bogotá, decidimos con el equipo (el videógrafo, el conductor y yo) hacer una pausa para almorzar. Ellos fueron a una cabaña de los guardaparques de Chingaza, mientras yo comía sola al aire libre. 

Audio

RCN Radio avista a dos osos de anteojos en Chingaza

0:27 5:25

Sentada en el pasto, comiendo un sándwich, un ruido me llamó la atención. Parecía que "alguien" caminaba muy cerca en medio del bosque. 

Decidí averiguar con mi cámara de dónde venía ese ruido y en medio de matorrales, apareció un oso de anteojos que se puso de pie, me miró por unos segundo y desapareció. 

La emoción fue indescriptible. El corazón latía muy rápido y lloré. No podía creer que había visto y grabado a una especie en amenaza de desaparecer por culpa de las actividades humanas. 

De inmediato, avisé al resto del equipo. Nos paramos un rato en silencio para observar de nuevo al oso y de repente nos dimos cuenta que eran dos. 

Uno de ellos se subió a un árbol y varias veces hizo sonidos, según nos contó Damian García, guardaparques que nos acompañó en el recorrido, lo hizo para advertir que no podíamos estar ahí más tiempo mirando. 

Así que por respeto a esta especie, nos fuimos del lugar. En diálogo con el investigador Restrepo, luego de este momento, aseguró que avistar a esta especie no es común.

"El oso de anteojos es una especie muy reservada y solitaria. No anda en grupo o manada como otros animales. Lo de ustedes fue una sorpresa y una experiencia muy bonita", nos dijo. 

Fuente

Sistema Integrado de Información

Encuentre más contenidos

Fin del contenido.