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Río Atrato
Colprensa

La contaminación del río Atrato sigue siendo muy preocupante, pese a que en abril se cumplirá un año de la sentencia de la Corte Constitucional que le otorgó derechos al afluente y ordenó al Gobierno su protección. Persiste la deforestación de árboles, el uso de mercurio en la minería ilegal y el vertimiento de basuras y otros desechos.

La directora del Instituto Alexander Von Humboldt, Brigitte Baptiste, elegida como una de las guardianes del río,  aseguró que el Atrato ha sufrido durante años malas prácticas ambientales. Anticipó que la recuperación del ecosistema tardará al menos 25 años.

"La situación que está viviendo la cuenca del Atrato, es muy delicada. La deforestación acumulada de décadas, malos manejos y de corrupción. El ecosistema requiere tiempo para recuperarse. No antes de una generación, eso son 25 años", dijo la científica.

Además de voluntad política, Brigitte Baptiste, explicó que durante una generación, se deben crear proyectos productivos sostenibles y amigables con el medio ambiente, para las comunidades vulnerables que viven cerca del río.

"La gente con necesidades básicas insatisfechas  tiene que apelar a lo que tiene al lado, como al árbol y  a la pesca con artes ilegales porque tiene que alimentar a sus hijos y garantizar un mínimo para sus familias", puntualizó.

"La captura de peces de consumo de agua dulce ha disminuido en un 90 por ciento. Hace muchos años teníamos  grandes  subienda. Esto significa que algo está pasando con los ríos", señaló Ferney Díaz, de WWF.

El río Atrato es el tercero más navegable del país. Tiene una extensión de 750 kilómetros y atraviesa el 60 por ciento de Choco, además del Urabá antioqueño. Catorce académicos e investigados, llamados “guardianes del río”, conforman el panel que define la metodóloga para dar cumplimiento al fallo del alto tribunal.

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