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La tradición turca se remonta a la época de Yörük
AFP

Muchas personas tienen en su imaginario que los turcos o personas con ascendencia de ese país son buenos comerciantes y vendedores. Cierto o no, esta idea de que el turco es un gran regateador de precios y bueno con las ventas tiene un origen muy claro.

Se trata del Gran Bazar de Estambul, uno de los mercados más grandes y antiguos del mundo y uno de los mejores lugares de la ciudad para hacer compras de artesanía, joyas y ropa.

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El área cubierta donde se encuentra el Gran Bazar de Estambul tiene 45.000 metros cuadrados y en él trabajan unas 20.000 personas. El número de visitantes diarios oscila entre los 300.000 y los 500.000 dependiendo de la época.

El Gran Bazar de Estambul cuenta con más de 3.600 tiendas que se distribuyen en 64 calles. Para acceder al recinto hay 22 puertas.

Y es que muchos portales de turismo destacan que uno de los planes imperdibles cuando vaya a Estambul es el de recorrer el Gran Bazar. Un sitio enorme, lleno de calles internas que se cruzan entre comercios de lo que se le ocurra, de puertas de entrada y salida.

Lo que más le gusta a muchos y que ha hecho que los turcos se ganen su fama de buenos vendedores es la experiencia del regateo, por eso el Gran Bazar es conocido como la 'Meca del regateo' y allí nada tiene precio. 

"La cosa comienza cuando uno pregunta y regatea y termina cuando se le ocurre al vendedor o te vas. Nunca pagues el primer precio que te dan porque pagarás carísimo! A mi mujer le gustaron unos aretes, le pidieron 110 libras turcas, luego del regateo la corrían para vendérselos a 20", cuenta un turista en un portal de experiencias.

El origen del Gran Bazar

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Turquía.
Ingimage

El origen del Gran Bazar se remonta a los tiempos del sultán Mehmet II, en el siglo XV. El mandatario inició la construcción de bazares cubiertos, que recibían el nombre de “bedesten” y que se dedicaban a la venta de telas y sedas.

Poco a poco se fueron ampliando e incluyendo otro tipo de productos. Los talleres gremiales se agruparon por zonas y con el tiempo las calles que los acogían fueron cubiertas por bóvedas, dando lugar a la fisonomía del Gran Bazar que hoy por hoy es mundialmente conocido.

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La arquitectura del lugar ha mantenido sus principios esenciales, pero han sido muchos los desastres que ha sufrido el entorno. Incendios y terremotos a lo largo del tiempo han requerido distintas remodelaciones. La forma actual, con sus 45.000 metros cuadrados de superficie, es la que resultó de las mejoras que se realizaron tras un terremoto de 1984.

Las tiendas del Gran Bazar han sido mucho más que lugares de transacción comercial. En el pasado se trataba de rincones de encuentro y conversación. Los mercaderes se sentaban en divanes de madera, frente a sus pequeños estantes, y los clientes podían sentarse junto a ellos y conversar mientras saboreaban un café turco. 

¿Por qué más son famosos los turcos?

Niña que protagonizó a Elif
Niña que protagonizó a Elif
Captura de pantalla

Aunque parezca poco común, Turquía se ha convertido en una potencia del género de las telenovelas y es ya el segundo mayor exportador mundial de este tipo de producciones solo por detrás de Estados Unidos.

Cifras recopiladas por un informe de El País de España indican que unas 150 series turcas se han vendido a 146 países, y se calcula que 600 millones de personas de cuatro continentes han visto alguna de ellas. Es más, durante el confinamiento por la pandemia de la covid-19, la demanda de producto turco ha aumentado.

Un vivo ejemplo de esta fama que se ha ganado Turquía alrededor de las telenovelas es Elif, que es sin duda una de las novelas turcas más vistas por los televidentes en Colombia. Sin embargo, esta no solo es recordada por su trama, sino por ser una de las más extensas transmitidas en el país, ya que contó con cinco temporadas, con un equivalente a 1.000 capítulos. 

Elif, quien era su protagonista, era una pequeña a la que muchos rememoran porque se perdía bastante tiempo, y aunque volvía y aparecía, en la trama demoraban más en encontrarla que ella en volver a desaparecer.  

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Esta producción duró al aire cuatro años, siendo una de las más extensas transmitida sin recorte ni interrupciones en Colombia, llamando la atención que, según cifras de la Registraduría, en el año 2016 aproximadamente 1000 niñas fueron registradas con este nombre, dejando claro que la producción tuvo un gran impacto en sus seguidores.  

 

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