El alcalde de Nueva York se compromete a cerrar la prisión de Rikers Island

El alcalde de Nueva York se comprometió este viernes a cerrar la tristemente célebre prisión de Rikers Island, pero admitió que esto llevará al menos 10 años y requerirá la construcción de nuevas prisiones en Nueva York.

"No hay duda de que el camino para cerrar Rikers Island será largo y complicado", declaró el alcalde Bill de Blasio, anunciando este compromiso que hasta ahora había rechazado asumir.

"Durante largo tiempo, me pareció que la idea era noble, pero no veía cómo lograrla, dadas las condiciones a las que estábamos confrontados", explicó.

Con cerca de 10.000 detenidos, Rikers Island, una isla del East River situada entre los distritos de Queens y Bronx, es un inmenso y famoso espacio carcelario, compuesto de varias prisiones.

Fue allí donde el francés Dominique Strauss-Kahn, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional, fue brevemente encarcelado en mayo de 2011 tras su arresto en Nueva York, acusado de intento de violación por una mucama de hotel.

Varias autoridades neoyorquinas y especialistas en derecho o criminología pedían el cierre de esta cárcel desde hace años, a raíz de su vetustez y los incidentes casi diarios de violencia contra detenidos y guardianes, en parte debido a la lejanía de las familias de los presos.

La disminución de la cantidad de detenidos en los últimos años, paralelamente a una caída de la criminalidad que podría continuar, contribuyeron a hacer cambiar de opinión al alcalde.

La cifra de detenidos en Rikers cayó 18% desde 2013, según recientes estadísticas, pasando de un promedio de 11.696 en ese año a 9.756 en 2016 y a 9.362 en este mes de marzo.

Pero no se sabe si este compromiso de tan largo plazo resistirá a los cambios políticos de los próximos años.

De Blasio es candidato a la reelección en noviembre, y está bastante bien ubicado por ahora para obtener un nuevo mandato de cuatro años.

El viernes reconoció que aunque haya una bajada de la criminalidad y del número de detenidos, el plan necesitará el compromiso de sus sucesores para construir otras prisiones, más pequeñas y cercanas a los barrios donde viven los neoyorquinos.

Por: AFP