Así es Art Distilled, el primer museo de grafiti en medio de la selva
Colombia visibiliza el street art subastando obras alrededor del mundo para contribuir a la conservación del medio ambiente.
Entre la Serranía del Perijá y la Sierra Nevada de Santa Marta se encuentra Art Distilled, un museo de arte urbano creado en una destilería de ron abandonada en medio de la selva colombiana.
Un grupo de polacos fundaron en una antigua fábrica de licor ubicada en el departamento del Cesar, a pocas horas de Valledupar, el espacio ideal para promover sin restricciones el street art.
Más de una decena de artistas de talla internacional han encontrado una inspiración en esta destilería que tiene de fondo la imponente imagen del ecosistema tropical caribeño. El grafitero colombiano Toxicómano Callejero compara Art Distilled con “el paraíso para alguien que pinta” y añade, “la pasas bien porque así te sientas acalorado, se respira aire fresco”.
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Por su parte, el estadounidense Tom Bob, participante estadounidense de #DictadorArtMasters, asegura sentirse como “un niño en una fábrica de dulces”, al contar con "un montón de superficies para experimentar".
Mientras las paredes, tanques y alambiques son transformados en un innovador museo moderno, los fundadores del proyecto reúnen otras obras donadas por los artistas participantes.
Estas piezas se subastarán “para donar los recursos reunidos a una organización o fundación en Colombia que trabaje con la conservación de la zona”, así lo indica Sandra Eichmann, ejecutiva de cuentas del proyecto.
Art Distilled, al constituirse como una fundación, tiene como finalidad promover el arte con estándares tradicionales y no tradicionales.
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Por ello, al concluir su cuarta edición de #DictadorArtMasters, el museo llevará alrededor del mundo una exposición itinerante para visibilizar las obras y luego subastar las piezas donadas para promover la protección de la fauna y flora colombiana.
Actualmente el museo tiene una ubicación desconocida y su entrada está restringida bajo autorización previa.
En palabras de Mariusz Waras, curador del proyecto, este lugar “está en el medio de la nada. Incluso es un tipo de secreto, privado y protegido. Nadie puede simplemente pasar”.
Se espera que, tras concluir el proceso de creación de los artistas, sea abierto al público.
Por: Natalia Romero
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