Campesinos indignados protestan por impuesto que pondrán a "eructos y pedos" de las vacas

Campesinos y ganaderos dejaron sus fincas y granjas, para salir a protestar a las calles de varias ciudades de Nueva Zelanda, ya que se están en desacuerdo con los planes de crear un nuevo impuesto sobre las emisiones de gases de invernaderos que provoca el ganado.  

Estas personas salieron con sus tractores y vehículos de finca para obstaculizar el tráfico y así marchar por el impuesto que han llamado contra “los eructos y los pedos”.  

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Y es que, a inicios del mes de octubre, la primera ministra de centro-izquierda, Jacinda Ardern, presentó una ley que grava los gases de efecto de invernadero que son emitidos de manera natural por las más de seis millones de vacas y las 26 millones de ovejas que hay en este país.  

Por eso, miles de campesinos se reunieron en la ciudad de Wellington con algunas pancartas en las que aseguran que la política “apesta” y advirtiendo que este impuesto puede poner en alto costo el precio de los alimentos.  

“Es muy difícil seguir criando ganado si este gobierno no nos respalda”, dijo uno de los manifestantes que está en contra de esta nueva ley.  

Y es que lo animales producen de forma natural óxido de nitrógeno y metano. Por eso, algunos científicos han opinado que aproximadamente cerca de un 30% del aumento global de las temperaturas en el mundo se deben al metano que emiten las vacas o las ovejas y esto puede estar causando un grave efecto en el ambiente.  

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Asimismo, la funcionaria mencionó que este impuesto era necesario para que se cumplan con los objetivos climáticos e incluso podría traer beneficios a los granjeros si cobran de más por cumplir con todos los estándares ambientales, generando las garantías suficientes.