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AFP

La República Popular China exhibió este martes su poderío militar en un imponente desfile, el mayor de su historia, para conmemorar los 70 años de su fundación y reforzar el liderazgo de Xi Jinping al frente del país y del partido comunista, alrededor del cual, recalcó, todos los chinos deben permanecer unidos.

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En una celebración preparada hasta la perfección, el Ejército Popular de Liberación (EPL) primero y un centenar de miles de civiles después marcharon por la avenida Changan hasta la plaza de Tiananmen, engalanada de rojo, para rendir honores a Xi y a la plana mayor del Partido Comunista de China (PCCh).

"Ninguna fuerza podrá nunca hacer flaquear la posición de China o detener al pueblo y a la nación china en su camino hacia adelante", proclamó el presidente antes del desfile desde la Puerta de la Paz Celestial, el mismo lugar desde el que Mao Zedong hace siete décadas anunció al mundo la fundación de la República Popular.

El presidente afirmó que en 1949 el pueblo chino "se puso en pie" y que la revolución comunista "transformó completamente el miserable destino de China de ser pobre, débil y humillada durante más de cien años", lo que hizo estallar en aplausos a las miles de personas que llenaban las gradas instaladas en la plaza.

Xi vinculó los logros conseguidos por China en estos 70 años, que su discurso y los desfiles posteriores se encargaron de ejemplificar, con el hecho de "estar unidos como un solo pueblo" con el partido como eje conductor.

"Debemos permanecer unidos en torno al PCCh, debemos seguir comprometidos con el espíritu de la paz, con la reunificación y con el modelo de un país, dos sistemas", dijo, al tiempo que aseguró que China mantendrá "la estabilidad y la prosperidad duraderas en Hong Kong y Macao".

Enfundado en un traje Mao de color gris, el líder chino pasó después revista a las tropas que le rendían honores, puesto en pie en un descapotable negro de fabricación china, del que no llegó a bajarse ante la multitud congregada.

El desfile militar fue una demostración de los avances que ha conseguido China en este terreno con el desarrollo de su industria armamentística, y permitió apreciar numerosos equipamientos y misiles nunca vistos hasta el momento.

Entre ellos el nuevo Dong Feng 41, un misil balístico intercontinental con capacidad para múltiples cabezas nucleares que podría alcanzar cualquier parte de Estados Unidos (entre 12.000 y 15.000 kilómetros) con una precisión en su objetivo de 100 a 500 metros.

También se mostraron los tanques ligeros ZTQ-15, además de varios drones furtivos de última generación como el Gonji-11, entre otras 580 unidades de armamento y material bélico.

Cerca de 15.000 soldados marcharon igualmente en formación y surcaron el cielo de Tiananmen 160 aviones de combate, bombarderos, aeronaves de aviso y de control, y helicópteros de ataque como los Z-20, similares a los estadounidenses Blackhawk.

El gran desfile civil que siguió al militar funcionó como un formidable baño de masas para Xi y los otros siete miembros de la todopoderosa Comisión Permanente del Comité Central del Partido.

Miles de adolescentes desfilaron junto a inmensas carrozas que portaban sucesivamente los retratos de Mao y de los últimos presidentes chinos: Deng Xiaoping, Jiang Zemin, Hu Jintao y por último Xi Jinping.

Las pantallas gigantes instaladas alrededor de la plaza de Tiananmen iban pasando entretanto imágenes alusivas al período de gobierno de cada líder, entre ellas el traspaso de la soberanía británica sobre Hong Kong a China en 1997 (Jiang Zemin) o las de los Juegos Olímpicos de Pekín bajo el mandato de Hu Jintao.

Violencia en Hong Kong

El Reino Unido salió a denunciar como "desproporcionado" el uso de munición real por la policía de Hong Kong contra los manifestantes prodemocracia, advirtiendo que podría agravar las tensiones que sacuden desde hace tiempo a la excolonia británica.

"Aunque no hay excusa para la violencia, el uso de munición real es desproporcionado y con él sólo se corre el riesgo de inflamar la situación", afirmó el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, citado en un comunicado.

Un policía hongkonés hirió de bala este martes a un manifestante durante protestas en la ciudad. Una fuente policial indicó que el agente disparó "tras ser atacado".

Este episodio "subraya la necesidad de un diálogo constructivo para abordar las preocupaciones legítimas del pueblo de Hong Kong", afirmó Raab. Y llamó a los manifestantes y las autoridades de Hong Kong a mostrar moderación y actuar para reducir las tensiones.

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Desde junio, esta excolonia británica vive su peor crisis política desde la retrocesión de 1997 a China, con manifestaciones casi diarias y enfrentamientos violentos entre radicales y policías.

Los manifestantes prodemocracia salieron a la calle de nuevo el martes para reiterar su resentimiento hacia Pekín, con motivo de los 70 años de la creación del régimen comunista chino.

Fuente

EFE Y AFP

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