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EE.UU. e Irán buscan acuerdo sobre el programa nuclear iraní

El secretario de Estado norteamericano John Kerry inició este domingo en Omán una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, para intentar avanzar hacia un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán.

Irán y el llamado 5+1 (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos más Alemania) quieren alcanzar un acuerdo antes del 24 de noviembre, a pesar de que siguen los desacuerdos sobre qué capacidades debe tener el programa nuclear iraní.

Frente a las sospechas de los occidentales, Teherán siempre ha negado que su programa tuviera objetivos militares y asegura que es exclusivamente civil.

Entre los principales puntos de negociación están el nivel de enriquecimiento de uranio -un material susceptible de ser usado en la fabricación de bombas atómicas- y el ritmo de levantamiento de las sanciones económicas occidentales que pesan sobre la economía iraní.

La reunión coincide con la revelación de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, habría enviado una carta al líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, para alcanzar un acuerdo.

En la carta, Obama habría resaltado los intereses regionales comunes de Irán y los países occidentales, en lo que podría ser una referencia a la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Kerry aseguró, sin embargo, que "no hay ninguna relación" entre la lucha contra el EI y las negociaciones sobre el programa nuclear.

Una opinión compartida por el presidente del Parlamento iraní, Ali Larijani, que reconoció, no obstante, que un acuerdo sobre el programa nuclear podría tener repercusiones positivas en la región.

Irán, un país musulmán chiita, y Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas desde 1979. Pero cada vez más Irán está considerado como un país susceptible de desempeñar un papel para restablecer la estabilidad en Irak y en Siria.

A dos semanas de la fecha límite, los negociadores siguen lejos de alcanzar un acuerdo que depende, en parte, de factores de política interna tanto en Irán como en Estados Unidos.

Si las negociaciones fracasan, el Congreso podría adoptar nuevas sanciones contra Irán, aunque Obama dispone de un derecho de veto sobre estas medidas.

En Irán, Zarif también vive bajo presión. Algunos miembros del Parlamento, dominado por los conservadores, recordaron que el acuerdo global tendrá que ser ratificado por los diputados para tener validez.

Los más radicales han alertado varias veces al gobierno del presidente moderado Hasan Rohani sobre las supuestas concesiones que podría hacer el equipo de negociadores de Zarif.

Aunque oficialmente se muestra favorable a un acuerdo, el ala dura del régimen iraní siempre fue ambivalente sobre el tema de las negociaciones, que se reanudaron en otoño tras varios años de bloqueo.