El dramático relato de la tragedia en Indonesia: "Si hubiésemos empatado, esto no hubiese pasado"

"Hubo aficionados que murieron en brazos de jugadores", contó este domingo a una radio española el entrenador chileno del club indonesio Arema, Javier Roca, al relatar cómo vivió en el estadio de Malang la avalancha que provocó más de 170 muertos.

"Tras el partido me fui al vestuario y algunos jugadores se quedaron en el campo. Al volver de la rueda de prensa me encontré con la tragedia y con el caso dentro del estadio. Los muchachos pasaban con víctimas en brazos", explicó Javier Roca, técnico del equipo local en el partido de la tragedia.

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"Lo más terrible fue cuando entraban víctimas a ser atendidas por el médico del equipo. Entraron unas veinte personas y fallecieron cuatro. Hubo aficionados que murieron en brazos de jugadores", añadió.

Los incidentes comenzaron cuando aficionados del Arema saltaron al césped del estadio de Kanjuruhan, en Malang, después de la derrota de su equipo por 3-2 contra el Persebaya Surabaya.

La policía trató de dispersar a los aficionados y devolverles a la grada mediante el uso de gases lacrimógenos tras la muerte de dos agentes, lo que provocó avalanchas y movimientos incontrolados.

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"Estoy destrozado mentalmente. Siento una carga muy fuerte, incluso responsabilidad. Los resultados mandan y determinan lo que pasa al acabar. Si hubiésemos empatado, esto no hubiese pasado", dijo.

"Quedó demostrado que el estadio no estaba preparado, no esperaban un caos de tal magnitud. Fue una avalancha. Nunca había pasado nada así en el estadio, y se vio colapsado por la cantidad de gente que quería huir. Creo que la policía se extralimitó, aunque no estaba en el campo y no viví el desenlace. Viendo las imágenes, quizás podrían haber usado otras técnicas", añadió Roca en su entrevista a la Cadena Ser.

"No hay ningún resultado, en ningún partido, por muy importante que sea, que merezca la pena por una vida", sentenció.