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El Parlamento japonés aprueba que su Ejército pueda combatir en el exterior


El parlamento japonés aprobó este viernes un paquete de leyes de defensa que autorizan el envío de militares a conflictos en el extranjero, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, una reforma que ha generado acalorados debates en los últimos días.


Los senadores votaron en una sesión plenaria los textos que dan una nueva interpretación a la Constitución pacifista que rige el país, mientras fuera del congreso miles de manifestantes contrarios a la reforma protestaban.


El presidente de la cámara alta Masaaki Yamazaki anunció que 148 parlamentarios votaron a favor, mientras que 90 se expresaron en contra, tras horas de debates.


La perspectiva de una nueva interpretación de la Constitución pacifista de Japón ha sacado a las calles a decenas de miles de japoneses en manifestaciones casi diarias en las últimas semanas, algo raro en el archipiélago.


Los manifestantes gritaban las consignas "Protejan la constitución" y "Hay que difundir la paz y no la guerra". 


"El gobierno no puede ignorar una protesta de este tipo", dijo Yukiko Ogawa, un manifestante de 60 años.


Para Seiji Kawabe, de 49 años, las movilizaciones van a continuar, pese a la aprobación del proyecto. "Ya tenemos suficientes desastres naturales, tifones, terremotos (...) No necesitamos causar más desastres", agregó.


El primer ministro, Shinzo Abe, defiende una normalización de la política militar del país, que tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial estuvo muy restringida por la imposición de Estados Unidos.


Este viernes, tras la aprobación del proyecto, Abe dijo a la prensa que estos cambios son "necesarios para proteger la vida de la gente y su desarrollo en paz y para prevenir la guerra". 


El jueves, los senadores habían llegado a las manos en el debate parlamentario de la ley, antes de aprobar en comisión el texto propuesto por el gobierno de derecha de Shinzo Abe.


Ante un primer ministro impasible, los miembros de la oposición y de la coalición en el poder rodearon al presidente de la comisión especial en dos ocasiones, antes de abalanzarse contra él y acabar empujándose unos a otros.


Katsuya Okada, jefe de la principal formación de la oposición, el Partido Demócrata de Japón (PDJ), se había comprometido a "hacer todo lo posible para bloquear" las leyes.


El portavoz del gobierno, Yoshihide Suga, instó a acabar con las peleas y acusó a la oposición de haber bautizado erróneamente el proyecto como "leyes de guerra". Prometió a la población que explicaría "correctamente" el nuevo paquete y lamentó que los diputados hayan pasado "demasiado tiempo debatiendo". 



El pacifismo, "tesoro de Japón"


Para sus oponentes, estas leyes, que permitirán aJapón intervenir para defender a un aliado, son incompatibles con la renuncia a la guerra recogida en el artículo 9 de la Carta Magna impuesta en 1947 por Estados Unidos.


Según sus detractores, esta nueva lectura de la Constitución podría precipitar al país en guerras por todo el mundo, junto a los estadounidenses.


Por su parte, Abe defiende que es necesaria una evolución legal frente a las amenazas crecientes de China y Corea del Norte.


Las leyes de defensa introducirían la noción, excluida por los gobiernos precedentes, de la "defensa colectiva" que permitiría a los soldados japoneses ir a luchar para defender a un aliado.


Sin embargo, la reforma no entrará en vigor de manera inmediata, ya que debe ser revisada antes por la Corte Suprema.


La posición inflexible de Abe le ha costado la popularidad: los sondeos de opinión muestran la oposición de una mayoría de los ciudadanos, muy identificados con el carácter pacifista de la Constitución.


Estudiantes, madres de familia o antiguos contestatarios de izquierdas de los años 1960 se codean en las protestas junto a artistas o intelectuales.


"Actuar ahora es nuestra responsabilidad como adultos", explica Ryoko Ikeda, de 36 años. "Son nuestros hijos y las generaciones futuras quienes pagarán el precio".


Para Neiko Nagao, de unos cuarenta años, "la imagen pacifista de Japón es su tesoro, renunciar a ella sería una gran pérdida para nuestro país". 


"Estas reformas son un mensaje psicológico para el mundo de que el tiempo en que Japón no estaba involucrado en los conflictos por su política de defensa exclusivamente orientada a la autodefensa se acabó", dijo Hideshi Takesada, a profesor de la universidad de Takushoku en Tokio.


Por: AFP