El relato del herrero del pueblo de Guatemala que el volcán de Fuego arrasó

Eddy Llescas decoró muchas de las casas de San Miguel de Lotes, en Escluinta (Guatemala). Les puso barandales y rejas a puertas y ventanas las cuales se las tragó la lava del coloso que descendió de lo alto el domingo 4 de junio.

Eddy, armado de una pala y con tapabocas, ayuda en la remoción de escombros en una casa donde están sepultados seis familiares de su amigo Roberto. Se detiene un momento cuando le digo que lo voy a entrevistar y de inmediato su rostro cambia y se ve afligido, lamenta los muertos y la pérdida de las viviendas en las cuales hizo su trabajo.

Me dice que está muy triste: "Te digo que por lo menos a 35 casas de este lugar yo les fabriqué sus ventanas, puertas, balcones y barandales. Puedes tomar una foto ahí (señala una vivienda de la que sólo quedó el segundo piso), todavía están mis trabajos y me da tristeza ver cómo quedó la gente soterrada en este lugar".

Explica que su taller está unos kilómetros abajo, cerca de la estación de gasolina en la colonia El Rodeo, que no tuvo daños.  Añade que por lo menos un 75 por ciento de los habitantes de Los Lotes quedó debajo de las miles de toneladas de piedra, barro y lava.

"Muchas de ellas no pudieron salir. La mayoría de ellas, un 75 por ciento, quedó soterrada", dice sollozando.

Agrega que en la casa donde ayuda a rescatar víctimas había siete ocupantes, de los cuales se recuperó el cuerpo de doña Chocita Illescas, la matrona de la casa.

"Faltan dos hijos y cuatro nietos", dice con evidente tristeza.