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Andrés Manuel López Obrador
"Es tiempo ya de decir que vamos a reconciliarnos pero primero pidamos perdón", dijo el presidente mexicano.

AFP

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que terminó la lucha militar antidrogas y que perseguir capos no es prioridad para su gobierno, aunque promueve la creación de una polémica Guardia Nacional que críticos consideran militarizará a México.

"No hay guerra, oficialmente ya no hay guerra. Nosotros queremos la paz, vamos a conseguir la paz", dijo López Obrador al ser interrogado en su conferencia de prensa matutina sobre si durante su mandato, que inició el 1 de diciembre, se había detenido a algún jefe del narcotráfico.

"No se han detenido a capos, porque no es esa nuestra función principal. La función principal del gobierno es garantizar la seguridad pública (...). Lo que buscamos es que haya seguridad, que podamos disminuir el número de homicidios diarios", añadió.

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Expertos en seguridad han señalado que la sola captura de los jefes del narcotráfico no es suficiente para terminar con la criminalidad y que, de hecho, esto ha contribuido a que los brazos armados se hagan del control de los cárteles y se multipliquen células autónomas, marcadas por un elevado grado de violencia.

López Obrador fue por años duro crítico de la estrategia militar antidrogas lanzada en diciembre de 2006 en cuyo marco se una ola de violencia, con más de 200.000 homicidios, según cifras oficiales, que no detallan cuántos casos están ligados al crimen organizado.

El presidente izquierdista de 65 años ha anunciado ayudas sociales porque, según considera, la pobreza es lo que empuja a muchos a la criminalidad.

Como candidato, lanzó una polémica propuesta de dar amnistía a criminales, pero ésta se ha ido difuminando en medio de protestas, sobre todo de familiares de víctimas del crimen.

Estrategia contradictoria

Durante la campaña, López Obrador dijo que devolvería a los militares a los cuarteles pero, ya como Presidente, lanzó una iniciativa de reforma constitucional para crear una Guardia Nacional con decenas de miles de militares.

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Organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales, partidos de la oposición y algunos miembros del partido oficialista, Morena, han criticado duramente la iniciativa por considerar que conduce a la militarización del país y va en contra de sus promesas de campaña.

Tras la declaración de que terminó la "guerra" antidrogas, el experto en asuntos de seguridad Alejandro Hope observa en López Obrador una "clara contradicción", pues lo que dice dista mucho de las medidas que está tomando, como crear una Guardia Nacional.

"Su estrategia contra el crimen no cambia mucho, no es distinta de los gobiernos anteriores y acentúa incluso el uso de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública", dijo. 

Hope subrayó que recién se realizó una reunión del Consejo de Seguridad Pública "donde era una oportunidad para delinear esta estrategia, pero aún no la tienen y no entiendo el porqué de estas declaraciones al vuelo" (improvisadas) del presidente, agregó.

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López Obrador asegura cotidianamente que la violencia va a la baja, pero Hope observa que las cifras que ofrece el mandatario no son "particularmente confiables" si se comparan con las del Secretariado Ejecutivo de Seguridad, encargado del recuento de hechos violentos.

La reforma para crear la Guardia Nacional, que requiere el apoyo de dos tercios del Congreso bicameral, fue aprobada por la Cámara de Diputados con votos de Morena con el respaldo del exgobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).

La iniciativa fue remitida al Senado, donde Morena requiere nuevamente apoyo del PRI, que ha advertido sin embargo que apoyará la reforma sólo con modificaciones.

En 2018, el número de homicidios en México se disparó a 33.341 (contra 28.866 en 2017), el más alto desde que inició el registro, en 1997, según estadísticas del gobierno.

Fuente

AFP

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