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En velorios colectivos brasileños le dieron el último adiós a víctimas de incendio en Brasil

Dramas familiares, fatalidades e historias de heroísmo afloraron en la ciudad de Santa María, en el sur de Brasil, en la luctuosa jornada de despedida de las primeras víctimas del incendio de la discoteca Kiss, que la madrugada del domingo se cobró 231 vidas y dejó 112 heridos.

La policía arrestó a cuatro presuntos responsables del incendio en una discoteca en el sur de Brasil repleta de jóvenes universitarios, mientras el país entierró a las víctimas de la tragedia.

En medio de numerosos indicios de negligencia -músicos lanzaron fuegos artificiales dentro del local, la discoteca no contaba con los permisos válidos para operar- las autoridades deportivas internacionales afirmaron que la seguridad será una prioridad durante el Mundial-2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio de Janeiro.

La policía anunció el arresto temporario de los dos dueños de la discoteca Kiss de la ciudad universitaria de Santa María (Rio Grande do Sul) y de dos integrantes de la banda de música "country" brasileña "Gurizada Fandangueira", sospechosos de provocar el segundo peor incendio en la historia del país.

Sobrevientes denunciaron puertas bloqueadas por agentes de seguridad que pretendían cobrar la entrada pese al fuego y que al menos un extintor no funcionó. La policía señaló que la única puerta de salida puede ser demasiado estrecha para permitir el escape en una emergencia.

Uno de los músicos señalado como el causante del incendio en la discoteca de la ciudad brasileña de Santa María, negó que haya sido el responsable de la tragedia, informó la Policía.

Por su parte, la presidenta Dilma Rousseff pidió a los alcaldes asegurarse de que "jamás se repetirá" la "terrible tragedia" de Santa María, donde un incendio en una discoteca dejó centenares de muertos tras una presunta serie de errores en los controles.

Al finalizar el día, miles de personas se congregaron en una plaza del centro de la ciudad brasileña de Santa María para rendir un homenaje silencioso a las víctimas del incendio de la discoteca Kiss, que dejó por lo menos 231 muertos y 112 heridos.