Ginecólogo de universidad en California es acusado de buso sexual

La universidad del Sur de California (USC) recibió al menos 85 testimonios contra un ginecólogo que por décadas trabajó en su centro médico y es acusado de abuso sexual.

USC dijo que contactó a la policía de Los Ángeles, que hasta este jueves no se había pronunciado.

La universidad indicó que la mayoría de los testimonios recibidos en una línea telefónica son de exalumnas y que la mitad fueron anónimos.

"Estamos activamente buscando todos los hechos", indicó el decano de esta universidad privada en una carta abierta publicada en el sitio web de la institución.

Un vocero de la comisión médica de California -a cargo de procesar acusaciones de comportamiento ético del gremio y con poder de revocar licencias- dijo a la AFP que una investigación está en curso sin dar detalles.

El diario Los Angeles Times publicó el miércoles un reportaje sobre las acusaciones contra el Dr. George Tyndall, basado en testimonios de colegas de trabajo, enfermeras y estudiantes.

Se le acusa de tocar inapropiadamente a sus pacientes mientras hacía exámenes pélvicos, tomar fotografías de sus genitales y hacer comentarios sexuales sobre sus cuerpos.

También de hacer comentarios racistas durante las consultas.

Según el diario, esta conducta se remonta a la década de 1990, aunque Tyndall sostiene que sus exámenes ginecológicos estuvieron totalmente justificados.

El médico, graduado en la Universidad de Pensilvania, no pudo ser contactado por la AFP.

La universidad abrió una investigación en 2016 y suspendió al galeno hasta 2017, cuando acordaron su renuncia.

El presidente de USC, C. L. Max Nikias, señaló que en esa pesquisa se determinó que había otras denuncias que el anterior jefe del centro médico las trató de forma independiente.

Otra investigación por sus comentarios raciales fue abierta en 2013, pero no se encontraron "pruebas concluyentes" de alguna violación de sus políticas.

Al renunciar en 2017, Tyndall dijo que se retiraría de la práctica de la medicina, pero a principios de este año pidió su puesto de vuelta amenazando incluso con demandar a la universidad, que hasta entonces no lo había reportado al colegio médico.

"Debimos haber hecho ese reporte ocho menes antes cuando lo separamos del cargo", admitió Nikias.