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Gobierno mexicano pide a autodefensas desarmarse y asume seguridad en Michoacán

El gobierno mexicano aseguró que asumirá el control de la seguridad en Michoacán y reclamó a los grupos de autodefensa que abandonen su violenta ofensiva contra un cártel narcotraficante local, aunque estas guardias exigen primero la captura de sus enemigos

"A los grupos de autodefensa se les emplaza a que regresen a sus lugares de origen y se reincorporen a sus actividades habituales", afirmó el secretario (ministro) de Gobernación mexicano, Miguel Ángel Osorio Chong, tras una reunión en la ciudad de Morelia, capital de Michoacán.

En esa reunión, Osorio Chong firmó una serie de acuerdos con el ejecutivo regional de Michoacán para intentar frenar la ola de violencia en la zona, donde los grupos de autodefensa han ido tomando por las armas el control de municipios bajo influencia del cártel Los Caballeros Templarios.

Los grupos de autodefensa surgieron en varios poblados de Michoacán a inicios de 2013, creados por ganaderos y otros vecinos que se dijeron desesperados por la incapacidad de las policías municipales y de las fuerzas de seguridad federales para protegerles de los Templarios.

Denuncian que el cártel lleva años asesinando, secuestrando y extorsionando impunemente a la población michoacana, desde los carniceros hasta el último fabricante de tortillas.

Al reclamo de Osorio Chong de bajar las armas, voceros de las autodefensas respondieron que no van a retirarse hasta que ellos o el gobierno acaben con los Templarios.

"No podemos dejar las armas porque en el momento en que las dejemos el crimen organizado va a por nosotros y por nuestras familias", dijo Estanislao Beltrán, el representante de las autodefensas en ausencia de su líder José Manuel Mireles, quien se encuentra en paradero desconocido recuperándose de las heridas sufridas en un aterrizaje forzoso de avioneta.

"No podemos dejar las armas cuando ni siquiera han agarrado a uno de los líderes" del cártel, insistió Beltrán a medios en la localidad de Nueva Italia, la última en ser tomada el domingo por las autodefensas.

Con Nueva Italia en su poder, las autodefensas han conseguido cercar los alrededores de su principal objetivo, la ciudad de Apatzingán, el gran feudo de los Templarios, que aseguran que tomarán pronto.

"Nuestro propósito es limpiar a los 103 municipios de Michoacán del crimen organizado, particularmente de los Caballeros Templarios (...) Por ahora no podemos confiar" en el trabajo de autoridades, sostuvo Beltrán.

El gobierno pretende asumir el control

En los últimos días, el gobierno mexicano ha sido criticado por no hacer que los miles de militares y policías desplegados frenaran el imparable avance de las autodefensas, lo que llevó a versiones de que toleran o incluso apoyan el movimiento.

Este lunes, Osorio Chong aseguró que, a petición de las autoridades de Michoacán, el gobierno federal se encargará ahora "de las labores de protección de habitantes" y advirtió de que "no habrá tolerancia para personas que sean sorprendidas en posesión de armas" no permitidas.

El funcionario invitó a los integrantes de las autodefensas -que actúan bien pertrechados y emplean fusiles de uso no permitido- a incorporarse a los cuerpos policíacos legales si así lo desean.

Osorio Chong fue cuestionado por reconocer que han mantenido un diálogo con las autodefensas y por la protección concedida a Mireles, quien el domingo fue trasladado a un lugar desconocido por un helicóptero de la policía federal desde el hospital en el que ingresó en Ciudad de México con un trauma facial y fractura de varias costillas.

Mireles, un médico de 55 años alto, de espeso bigote y que acostumbra a presentarse armado, "está bien pero no puedo decir dónde está. Está recuperándose y se reincorporará próximamente al movimiento", se limitó a decir Beltrán.