Jefe de la Policía de Nicaragua renuncia a su cargo tras crisis en protestas
Según algunos medios, durante su cargo creció notablemente su patrimonio familiar.

Aminta Granera, jefe de la Policía de Nicaragua renunció a su cargo tras una fuerte presión social y mediática por el manejo que le dio a las protesas sociales desatadas cuando el Presidente Daniel Ortega anunció una reforma al Seguro Social.
Según indicó el diario español El País, "Granera se mantenía en su cargo desde 2006. En sus 12 años al mando de la Policía Nacional de Nicaragua se le ha señalado por corrupción, uso excesivo de la fuerza y complicidad en la entrega del control total de la institución al presidente Ortega, a quien ella llamó "líder supremo de la Policía".
De otro lado la marcha convocada por la Iglesia Católica "por amor a Nicaragua" comenzó su peregrinación con la participación de miles de personas en las calles de Managua, pese a las altas temperaturas que hoy registra la capital nicaragüense.
En la marcha, que abarrota diferentes puntos de la ciudad, los ciudadanos caminan en su mayoría con camisetas blancas y banderas de diferentes tamaños de Nicaragua portando proclamas de paz, justicia y fotografías de las diferentes víctimas de los enfrentamientos violentos.
La peregrinación cuenta además con el protagonismo de diversos representantes de la Conferencia Episcopal, la empresa privada y los estudiantes.
Asimismo, miles de campesinos a bordo de camiones, autobuses y furgonetas llegaron esta mañana a Managua para participar en esta marcha pacífica.
Nicaragua atraviesa una crisis que hoy cumple once días, debido a multitudinarias manifestaciones en contra del presidente Ortega, que iniciaron por reclamos a unas medidas de seguridad social y continuaron a pesar de que el mandatario revocó su decisión, debido a las múltiples muertes causadas por la represión.
La población exige la renuncia de Ortega y de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Nicaragua vive pendiente del comienzo del diálogo que en próximas fechas, todavía sin especificar, protagonizarán el Gobierno y el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), con la Conferencia Episcopal (CEN) como mediadora.
Desde que comenzaron las protestas hace una semana, los enfrentamientos violentos que se produjeron en Nicaragua dejaron al menos 42 muertos y un total de 48 desaparecidos, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), mientras que otras organizaciones humanitarias incrementan esta cifra hasta las 63 víctimas.
EFE