Joven descuartizó a su mamá y le sacó los ojos a su hermanita porque “eran brujas”
Fueron necesarias 7 horas y tres cuchillos diferentes para cometer tan atroz doble crimen, que buscó cómo cometer por Google.
Un terrible caso de violencia contra la propia familia se vivió en Tijuana México, cuando una joven asesinó con sevicia a su madre y hermanita, en la casa donde vivían juntas.
Las autoridades encontraron una aterradora escena, cuando ingresaron a la casa: había sangre por todos lados, cuerpos descuartizados y a una pequeña de 11 años, con sus ojos fuera de su órbita.
El crimen había sido cometido por su propia hija. Se trataba de Anastasia Lechtchenko, una joven de 19 años que la noche de los hechos se encontraba drogada, por lo que discutió con su madre.
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Así las cosas, la adolescente tomó un cuchillo de la cocina y mató a su madre, Yiliya, una pianista ucraniana que se encontraba en México con sus dos hijas desde hace algún tiempo.
Anastasia descuartizó a su madre y le sacó el corazón, posteriormente, se fue contra su hermana menor. La pequeña padecía una discapacidad múltiple, por lo que no se pudo defender.
Fueron necesarias 7 horas y tres cuchillos diferentes para cometer tan atroz crimen contra su familia. Al ser preguntada del porqué lo había hecho, Anastasia solo contesto que “eran brujas”.
“Mi mamá se dedicaba a la brujería y mi hermana era una muñeca, su aliada y títere. Para matar a una bruja, a ese espíritu maligno hay que cortarle partes inferiores”, afirmó la joven ante la justicia, en medio del juicio que se le adelantó por los crímenes.
La joven guardó los restos en bolsas negras de basura y tres días después le contó a su novio y una amiga, quienes finalmente acudieron a las autoridades.
En medio del proceso judicial también se conoció que Anastasia buscó en Google, “cómo matar a una bruja y cómo desmembrar un cuerpo”.
Finalmente, la joven fue condenada a 80 años de cárcel, de los cuales ya lleva siete cumplidos al interior de la penitenciaria de Tijuana.
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Tras su ingreso a la cárcel, la joven concedió unas entrevistas a medios de comunicación como El Universal, donde aseguraba que era inocente y que no recordaba nada de esa noche.
Tras varios días en la cárcel, la joven marcaba a un número telefónico seguido, que tiempo después se supo que era el de su mamá, así que nunca obtuvo respuesta.
“Creo que durante dos semanas marqué ese número, porque quería hablar con mi mamá. No comprendía qué pasaba, marcaba y marcaba y me mandaba al buzón de voz. Pensé que estaba en la cárcel por un tema de drogas”, reveló Anastasia en a un medio mexicano.
Posteriormente, llamó a su padre, con quien había perdido contacto cuando se separó de su mamá y este le confesó lo que había pasado.
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