¿Cómo se vive en Venezuela ante la inflación de un millón?

El trágico pronóstico del Fondo Monetario Internacional, que apunta a una inflación de hasta 1.000.000% en Venezuela al cierre de 2018, abre las puertas a imaginar un panorama más oscuro del que ya vive el país sudamericano.

La gente sortea los altos precios de los productos que según los últimos cálculos varían casi 3% diariamente. Pero la comparación mensual muestra una brecha abismal.

En enero de 2018, un kilo de carne costaba 400 mil bolívares y hoy supera los ocho millones de bolívares; el kilogramo de pollo rondaba los 200 mil bolívares a inicios de año, hoy sobrepasa los tres millones 500 mil bolívares; una cesta de 36 huevos costaba 300 mil bolívares y hoy oscila entre cuatro y cinco millones.

La más representativa en la fluctuación de precios es una caja de leche de doce unidades. Hoy cuesta alrededor de 22 millones de bolívares, cuando en enero del corriente costaba 750 mil bolívares.

Todo esto en un marco donde el sueldo mínimo integral son cinco millones de bolívares, pero con un indicador predominante, el dólar no oficial que rige básicamente la economía venezolana. Un dólar americano representa casi cuatro millones bolívares.

En los supermercados las escenas de las personas sacando productos de los carritos o saliendo con pocas bolsas son cada vez más constante. Como Carlos Cabrices, quien fue acompañado por su esposa y destaca que salió con dos “bolsitas” tras pagar más de 60 millones de bolívares sin comprar “ni carne ni pollo”.

Ramón Guevara de avanzada edad, contó que recibe mensualmente una pensión que le alcanzaría en el mejor de los casos para "un cartón de huevos". Espera con ansías que su hijo le mande dinero desde Estados Unidos adonde viajó recientemente.

La encuestadora Datanálisis estima que al finalizar 2018, el 10% de la población venezolana, unos tres millones de personas, ya estarían recibiendo divisas provenientes de las afamadas remesas.