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La restauración se realizó con colores uniformes, sobre todo en el rostro, que da al santo aspecto de muñeco y sin matices.
La restauración se realizó con colores uniformes, sobre todo en el rostro, que da al santo aspecto de muñeco y sin matices.
AFP

Como ya pasó en 2012, la restauración a cargo de manos no expertas de una pieza antigua ha vuelto a causar revuelo en España, donde una mujer ha realizado una "desgraciada intervención" en una talla del siglo XVI cuyo resultado recuerda al famoso "Eccehomo" de Borja.

En este caso, la obra dañada es una escultura de San Jorge del siglo XVI ubicada en la iglesia de San Miguel de la localidad de Estella (norte, en la región de Navarra) y la restauradora una profesora de manualidades que habría recibido el encargo del párroco.

Muchas similitudes con el famoso "Eccehomo" de Borja (noreste de España), un fresco de hace un siglo ubicado en un santuario, cuya fallida restauración por parte de una octogenaria dio la vuelta al mundo, acabó siendo motivo de atracción turística, protagonizó documentales e inspiró óperas.

En esta ocasión, la talla de madera muestra la imagen de San Jorge con armadura, montado a caballo y luchando contra un dragón, cuya policromía había quedado muy deteriorada por el paso del tiempo.

Sin embargo, la restauración se realizó con colores uniformes, sobre todo en el rostro, que da al santo aspecto de muñeco y sin matices.

Tras salir a la luz el caso, no solo ha centrado la atención de los medios de comunicación locales, sino que la polémica intervención es comentada por los vecinos de Estella y se ha convertido en carne de "memes" en las redes sociales.

Para los expertos de la Asociación de Conservadores Restauradores de España (ACRE) se trata de una "desgraciada intervención" que ha resultado ser "un destrozo sobre el patrimonio cultural navarro", por lo que anunciaron que interpondrán un demanda judicial contra los responsables.

La talla en madera policromada del siglo XVI era una obra "de gran interés y relevancia patrimonial", explicó  el presidente de ACRE, Fernando Carrera, para quien se trata de "un hecho muy serio" y consideró que esta destrucción del patrimonio "a todos nos debería horrorizar".

Desde el arzobispado de Pamplona (capital navarra) aseguraron que el párroco de la iglesia de San Miguel de Estella no pretendía restaurar la escultura, para lo que se necesita un permiso, sino "adecentar" el espacio en el que se encontraba la escultura, el cual "estaba sucio".

El arzobispado tuvo conocimiento de los hechos la semana pasada y está en contacto con la Institución Príncipe de Viana, organismo cultural del Gobierno regional de Navarra encargada de restaurar, mantener y custodiar el patrimonio artístico, cuyos técnicos comprobarán el estado de la obra y si se puede recuperar.

Las autoridades regionales investigan las circunstancias en las que se emprendió la restauración de la talla, dijo el director del Servicio de Patrimonio Carlos Martínez Álava, quien aseguró que no tenían conocimiento previo de las actuaciones que se iban a hacer, que es lo preceptivo.

"Todas estas actuaciones son sobre bienes que están en el Registro Cultural y de Patrimonio de Navarra, y por tanto tienen que tener un proyecto y nosotros debemos dar el visto bueno" antes de acometerlas, lo que no se ha hecho en este caso.

Para Martínez Álava, el aspecto de la talla tardogótica "podría indicar que le podía hacer falta una limpieza, pero da la impresión de que esta actuación ha sido un tanto excesiva".

Este nuevo episodio de restauración con desafortunados resultados lleva a los restauradores a pedir "más presencia en la legislación" y más atención a sus reclamaciones profesionales", advirtió el presidente de ACRE, que lamentó, "sobre todo, el atentado a un patrimonio que es de toda la sociedad, navarra y española". 
 

Fuente

EFE

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