Ni el mugre pudo con él: Amou Haji es considerado el hombre más sucio del mundo
El hombre, que lleva más de seis décadas sin ducharse, ha sorprendido a los médicos por su estado de salud.
Tomar una ducha, oler bien y sentirse limpio no son las preocupaciones para Amou Haji, un habitante de calle de 87 años, que ha sido considerado por algunos medios de comunicación como el hombre más sucio del mundo, pues lleva sin bañarse los últimos 67 años.
Su historia ha sorprendido a las redes sociales, pues el hombre de origen iraní ha pasado casi toda su vida sin tomar una ducha. Y es que las condiciones en las que vive, en una de las calles de la provincia de Fars, son precarias: aguas residuales, animales en descomposición y basura a su alrededor.
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Fue en 2014 cuando un medio de su país mostró por primera vez su historia, de allí el nombre de Amou recorrió el mundo entero ganando el título de ser el 'más sucio en el mundo'.
Y es que la última vez que este hombre se bañó, la televisión en Colombia acaba de inaugurarse y la diva de la televisión colombiana, Amparo Grisales, aún no había nacido.
Según Amou Haji, cuando tenía 20 años algo malo lo perseguía y tras meditarlo por un tiempo se dio cuenta que el motivo era la higiene.
Pese a su condición, los médicos se han sorprendido por su estado de salud, pues el hombre decidió realizarse unos exámenes médicos y ver si tenía alguna enfermedad grave.
Al ver los resultados, los especialistas se encontraron con una gran sorpresa, pues estos arrojaron lo contrario a lo que imaginaban.
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De acuerdo a la información suministrada por El Clarín, el doctor Gholamreza Molavi convenció a Haji de realizarse un chequeo para descartar enfermedades de ETS, hepatitis e incluso parasitología, de los cuales ninguno dio positivo.
La sorpresa se dio porque el hombre manifestó que entre su alimentación estaba la carne de animales crudos, agua contenida en envases sucios y fumaba heces en algunas ocasiones.
Según el doctor Molavi, esto se debe a que el sistema inmune de Amou es extremadamente fuerte gracias a la vida de indigencia en la que ha estado.
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