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Hay una intensa batalla para reducir los índices de obesidad.
Hay una intensa batalla para reducir los índices de obesidad.
AFP

De las once millones de muertes que fueron provocadas por mala alimentación, la mayoría se dieron por enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes de tipo 2, asociada a menudo con la obesidad y los modos de vida sedentarios y  alimentación desequilibrada, según el último estudio divulgado en la revista médica británica, The Lancet.

Este estudio se inscribe en la línea de otros dos informes publicados en enero que subrayaban el vínculo entre alimentación, medioambiente y cambio climático.

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"Estos tres fenómenos interactúan: el sistema alimentario no es solo responsable de las pandemias de obesidad y desnutrición, sino que además genera entre 25 y 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero", aseguran los especialistas, que apuntan en particular a la ganadería.

Así que, para alimentar de manera sana a los 10.000 millones de seres humanos que se calcula puede haber en el año 2050 y proteger a la vez el medioambiente, uno de estos estudios ya considera necesario dividir por dos el consumo mundial de carne roja y de azúcar, así como doblar el de fruta, verdura y nueces.

¿Qué recomienda The Lancet en su estudio? "comer cinco frutas y verduras diarias" pero a su vez reconoce que lograr ese objetivo representaría solo el 2% de los ingresos de los hogares en los países ricos, pero más de la mitad en los países más pobres.

El estudio publicado este 4 de abril basado en el análisis de datos de 195 países, estima que más de la mitad de las muertes en 2017 estuvieron causadas por carencias de nueces, granos integrales, leche y cereales integrales. En cambio, las bebidas azucaradas, la carne transformada y la sal son demasiado consumidas.

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Y es que según la ONU, casi 2.000 millones de personas están "sobrealimentadas", mientras que casi 1.000 millones sufren malnutrición. 

"Este estudio muestra lo que pensamos muchos desde hace años: una mala alimentación es el principal factor de riesgo" de muerte prematura en el mundo, según uno de sus autores, Christopher Murray, que dirige el Instituto de Metrología y Evaluación de la Salud, organismo financiado por la fundación Bill y Melinda Gates.

"La falta de fruta, verdura y cereales en nuestra alimentación" es una constante en el mundo, así como el "exceso de sodio", subraya.

El estudio revela grandes disparidades, según los países. Uzbekistán, con 892 muertos por 100.000 habitantes, y Afganistán registran el mayor número de decesos relacionados con una mala alimentación. En cambio, las cifras menos elevadas se dan en Israel (89 muertos por 100.000 habitantes), Francia, España y Japón.

Fuente

AFP

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