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La primera ministra británica, Theresa May, baila unos pasos mientras sube al escenario para dar su discurso de apertura el cuarto y último día de la Conferencia del Partido Conservador 2018 en el Centro de Convenciones Internacional de Birmingham, en el centro de Inglaterra, el 3 de octubre de 2018.
La primera ministra británica, Theresa May, baila unos pasos mientras sube al escenario para dar su discurso de apertura el cuarto y último día de la Conferencia del Partido Conservador 2018 en el Centro de Convenciones Internacional de Birmingham, en el centro de Inglaterra, el 3 de octubre de 2018.
AFP

El jefe de la oposición en el Parlamento británico, Jeremy Corbyn, presentó una moción de censura contra la primera ministra, Theresa May, tras su rechazo a convocar la votación de los diputados sobre el acuerdo del Brexit antes de enero.

Es el Gobierno quien decide permitir o no la organización de un debate y de un voto sobre una moción así. Si esta es adoptada, no sería jurídicamente vinculante para Theresa May, pero reflejaría una vez más su inestable posición.

"Es inaceptable que esperemos casi un mes antes de proceder a una votación sobre la cuestión crucial del futuro de nuestro país", declaró el jefe de la oposición, en referencia a la decisión de May de aplazar hasta la tercera semana de enero la votación sobre el acuerdo del Brexit.

"Como es la única manera que veo para organizar esta votación esta semana, voy a presentar una moción titulada 'esta Cámara no confía en su primera ministra', añadió. 

Lea: Se cae moción de censura contra primera ministra británica Theresa May

Si el gobierno se niega a debatir esta moción, Jeremy Corbyn podría someter una moción contra el conjunto del gobierno, un proceso que podría desencadenar en la organización de unas nuevas elecciones legislativas.

Durante el debate parlamentario de la jornada, el líder laborista estimó que Theresa May había "fracasado" en su intento de "renegociar" y que no podía "haber más retrasos" en la ratificación del acuerdo de retirada firmado por Londres y Bruselas, tras 17 meses de difíciles negociaciones.

La Cámara de los Comunes tenía que votar el 11 de diciembre, pero ante la evidencia de que sería rechazado, May decidió aplazar la sesión hasta enero y volver a discutir con los líderes europeos.

En la cumbre de la semana pasada en Bruselas, sus homólogos le reiteraron la imposibilidad de reabrir la negociación.

Sin embargo, la primera ministra afirmó el lunes ante los diputados que "las discusiones continúan" en busca de garantías para tranquilizar al Parlamento, principalmente sobre la aplicación del controvertido mecanismo ideado para evitar instaurar una frontera dura en la isla de Irlanda.

Una información que contradijo no obstante el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas: "El consejo europeo dio las aclaraciones que se podían dar en este estadio, por lo tanto no hay ninguna nueva reunión prevista con Reino Unido", aseguró. 

En este contexto, cada vez más voces abogan por un segundo referéndum que permita a la población votar conociendo ahora las condiciones y consecuencias de abandonar la UE.

"Daño irreparable" 

Pero la 'premier' aseguró este lunes ante los diputados que la celebración de una segunda consulta causaría un "daño irreparable" a la legitimidad política.

"No rompamos la confianza del pueblo británico organizando otro referéndum" sobre el Brexit, dijo ante la Cámara de los Comunes durante una comparecencia destinada a informar del resultado de la cumbre europea de la semana pasada.

Fuente

AFP

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