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Candidatos españoles en debate televisado
Debate presidencial en España. Pablo Casado, líder del PP; Pedro Sánchez, líder del PSOE y actual presidente del gobierno en funciones; Santiago Abascal, líder del partido Vox; Pablo Iglesia, líder de Unidas Podemos; Albert Rivera, líder de Ciudadanos.
AFP

El presidente del Gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, alertó hoy contra el ascenso de la ultraderecha en las elecciones del próximo domingo y ofreció a su partido, el PSOE, como la principal barrera contra ese fenómeno.

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Sánchez, en un acto celebrado en Valladolid, se centró en cómo el líder del ultraderechista Vox, Santiago Abascal, participó en el debate televisado de la noche del lunes para enviar mensajes contra los inmigrantes, pero también en cómo los partidos de centroderecha, PP y Ciudadanos, socios de esa formación de extrema derecha en gobiernos regionales y municipales, no respondieron.

Esos dos partidos "hacen todo lo contrario" a lo que hace el centroderecha en Europa, "que es combatir a la ultraderecha como se tiene que combatir: aislándola, condenando su franquismo, su machismo, su xenofobia y su racismo, condenando todo aquello que representan valores contrarios a la democracia", insistió Sánchez.

Por ello, el líder socialista español urgió a la movilización de los votantes progresistas porque, según dijo, la opción es "votar al PSOE para que se pueda formar gobierno en España o votar al resto de formaciones políticas para continuar con el bloqueo" político que sufre el país.

Las últimas encuestas apuntan a que un ligero ascenso de Vox en votos y el descenso del liberal Ciudadanos y la coalición izquierdista Unidas Podemos (UP) harían que la formación ultraderechista pueda convertirse en la tercera con mayor presencia en el Congreso.

No se ven salidas al bloqueo

El debate del lunes mostró además que ninguno de los cinco mayores partidos ofreció posibilidades de pactos para salir del bloqueo político, con la imposibilidad de forjar mayorías debido a la atomización del Parlamento, lo que ha causado la convocatoria de cuatro elecciones legislativas en cuatro años.

Aunque el PSOE tiene todas las posibilidades de ser el partido más votado el domingo, igual que en abril, ningún otro gran partido parece dispuesto a apoyarle para forjar una mayoría de gobierno, salvo el izquierdista Unidas Podemos (UP), pero dentro de una coalición que rechazan los socialistas.

Pablo Casado, el presidente del conservador PP, la principal fuerza opositora, insistió hoy en su argumento de que Sánchez quiere volver a pactar con partidos independentistas catalanes y vascos, por lo que "no hay nada más patriótico" que retirarle del poder, según dijo en un evento en Santander. 

En el otro lado, la "número dos" de UP, Irene Montero, acusó desde Pamplona al líder socialista de intentar pactar con la derecha, algo que según ella se vio "claramente" durante el debate.

Los líderes políticos españoles multiplican entre hoy y el viernes, en la recta final de la campaña, su presencia en mítines para conseguir el voto de los indecisos, sobre todo en provincias donde el último escaño está en el aire, en medio de un escenario incierto en el que no se vislumbran mayorías claras, según los sondeos.

Y tras el debate televisado, en el que se confirmó la dificultad para pactar entre distintas fuerzas para formar gobierno, todos los partidos se afanan en intentar movilizar a los indecisos y a los posibles abstencionistas.

La portavoz del Gobierno español y candidata en las listas socialistas, Isabel Celaá, pidió a los "dos millones de indecisos" que acudan a votar el domingo y poner fin al bloqueo. "Ya no vale" solo con ganar las elecciones, sino que hay que hacerlo con "firmeza", insistió.

El desempleo cobra protagonismo

A solo cinco días de los comicios, hoy irrumpieron en la campaña unos datos negativos del desempleo, que registró el mayor incremento en un mes de octubre desde el año 2012, con 98.000 desocupados más.

Esto que eleva la cifra de personas sin trabajo hasta 3,1 millones, en un momento en que el crecimiento económico se ralentiza en España.

Los datos muestran también un lado positivo: el aumento del nivel de ocupados, que son 106.000 más.

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Pero con una cascada de indicadores que confirman una desaceleración de la economía, y siendo el desempleo la principal preocupación de los españoles, el frente económico puede acabar teniendo repercusión en la votación del domingo.

Por eso, varios partidos opositores señalaron hoy a Sánchez como el culpable de este aumento de los desocupados, en un intento de sacar rédito político de los datos.

Fuente

EFE

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