Primer año de Joe Biden en la presidencia de EE. UU: Lo bueno, lo malo y lo pendiente
Michael Shifter y Adam Isacson analizaron en RCN Radio los logros y desaciertos de Biden en su primer año al frente de EE. UU.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cumple este 20 de enero su primer año de gobierno. Doce meses de enfrentar a una nación dividida tras el gobierno de Donald Trump, la pandemia de covid-19 y una economía en crisis.
Y prometió mucho: sanar la democracia nacional, derrotar a la covid, abordar los profundos problemas raciales y económicos y volver hacer de Estados Unidos el líder mundial.
RCN Radio habló con Michael Shifter, presidente del think tank Diálogo Interamericano, y Adam Isacson, director para Veeduría de Defensa de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), quienes analizaron los logros y los desaciertos de este primer año de gobierno de Biden, así como lo urgente para este 2022.
Los logros
El primer año de Biden arrancó con la herida abierta al símbolo de la democracia, tras la irrupción al Capitolio en Washington, en un intento de los seguidores del entonces presidente saliente Donald Trump de impedir que el Congreso certificara la victoria del demócrata.
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Desde ahí, y con la juramentación de Biden, veinte días después, pareciera que hay nuevos aires en el país, pero con enormes desafíos en el horizonte que, en algunos casos, poco dependen directamente del nuevo presidente; es el caso de la situación económica.
(AUDIO) Michael Shifter y Adam Isacson analizan el primer año de gobierno de Joe Biden en EE.UU.
Según el profesor Michael Shifter, se destaca el hecho de que Biden hubiera pasado "medidas grandes para ayudar a mucha gente que estaba muy mal por la covid (...) Generó muchos empleos, unos seis millones; muchos sueldos de la gente que estaba en bajos ingresó, mejoró; el nivel de desempleo está en uno de los mas bajos en mucho tiempo, menos del 4 %; y el nivel de pobreza de los niños bajó también", mucho de esto consecuencia de las ayudas sociales por pandemia.
La medida a la que se refiere Shifter es el plan de rescate económico que le aprobaron a Biden por 1,9 billones de dólares, y que permitió haber evitado que la economía entrara en una espiral descendente con desempleo masivo y recesión.
En este punto coincide Adam Isacson, de WOLA; dice que "recuperó fuertemente la economía. El nivel de desempleo es históricamente bajo; los niveles de crecimiento económico son muy altos, y de hecho el nivel de pobreza es el menor en la vida, gracias a inyectar dineros".
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Pero Biden también logró que le aprobaran su plan de infraestructura por 1,2 billones para poder construir y mejorar puentes, carreteras, conexiones de internet y mucho más.
"Logró apoyo bipartidista para su ley de infraestructura, un plan muy ambicioso para mejorar la infraestructura del país que está muy deteriorada; algo de lo que todo el mundo habla, y él lo logró", dice Shifter.
La aprobación de ese plan con apoyo republicano fue algo que Trump, en particular, mantuvo largamente como promesa pero que no consiguió ejecutar.
Y respecto al tono conciliador, la promesa de restablecer relaciones tradicionales de Estados Unidos, de volver a la diplomacia y proteger la democracia, Shifter cree que hay un logro a reconocer.
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"No tiene esa forma polarizante, agresiva y ofensiva que tenía Trump, eso es un alivio para muchos estadounidenses".
Los desaciertos
Las medidas con las que llegó Joe Biden para gestionar los problemas de la pandemia fueron exitosas al inicio de su mandato: el 69 % de los estadounidenses apoyaba sus medidas anticovid. Hoy sólo el 46 %.
En regiones conservadoras del país, los intentos de Biden por imponer la vacunación provocaron una oposición política feroz y hasta la Corte Suprema lo desautorizó cuando eliminó su intento de hacer obligatoria la vacunación en las grandes empresas.
Pero además por falta de vacunación, un aspecto que no depende exclusivamente de él, el impacto de las nuevas variantes del virus se ha empezado a ver en la economía, y cuando se busca a un culpable, todo recae en el Presidente.
Isacson asegura que "tenemos uno de los niveles más bajos de vacunación de todo el mundo desarrollado y debido a eso, hemos estado muy vulnerables ante delta y ómicron. Mucha gente le esta echando la culpa a Biden porque no se preparo lo suficiente y eso está afectando su presidencia".
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Shifter también cree que hay mal humor en el país por la pandemia y que los platos los paga el Presidente. "Él creía que para junio o julio esto iba a pasar y no pasó. Con delta y ómicron se ha afectado el ánimo de la gente. Hay mal humor en el país y el costo lo paga el Presidente".
Pero la inflación, luego de la pandemia, es lo peor que le tocó a Biden. Michael Shifter recuerda que la inflación está en el 7 %, es el nivel más alto desde 1982.
"Esa inflación afecta a todo el mundo, la gente piensa que esto va a seguir subiendo. Aunque muchos están ganando más, la inflación es brutal.
Shifter cree que esos dos grandes temas, sumando los niveles de violencia y crimen en el país, así como la percepción de caos en la frontera con México, se reflejan en el nivel de aprobación hoy de Biden.
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Solo el 42 % de los estadounidenses aprueban su gestión, un índice que apenas es tres puntos superior al que registraba Trump en el mismo punto de su mandato, según la media de sondeos de la web FiveThirtyEight.
"Dejando a un lado a Trump, Biden tiene el nivel más bajo de aprobación de cualquier presidente moderno".
Relaciones internacionales
El demócrata asumió el poder prometiendo una revitalización de las relaciones con los aliados tradicionales de Estados Unidos.
Adam Isacson cree que esas relaciones van "mas o menos" bien, y reconoce que aunque "sí hay mas confianza en Estados Unidos como un actor que va a buscar soluciones multilaterales y de cooperación", al presidente no le está yendo bien con la "respuesta a las agresiones de Rusia o la competencia con China".
Pero realmente, Biden, según Isacson, en materia internacional, está centrado en "las ambiciones expansionistas de Rusia y de China y del deterioro de la democracia de todo el mundo y Latinoamérica es parte de eso".
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Sin embargo, cree que en temas tradicionales para América Latina como "insurgencias izquierdistas, de crimen organizado, la guerra contra las drogas, todo eso ha caído mucho como prioridad para el Gobierno Biden".
En efecto, para Michael Shifter, el principal tema en la agenda internacional de Biden es China. "Es cierto que no ha prestado mucha atención a América Latina y otras regiones del mundo sienten lo mismo", pero en esto también se prioriza a China, porque "es el país que tienen relación casi que con todos los países y sigue expandiendo su influencia".
Lo urgente en 2022: legislativas de noviembre
Este 2022 es un año de presión para Biden por las elecciones de medio mandato de noviembre, que históricamente benefician al partido opositor y provocarán muy probablemente que los demócratas pierdan el control de la Cámara Baja o del Senado, o los dos.
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Su menguante capital político se empieza a notar: la semana pasada, Biden pidió cambiar las reglas del Senado para aprobar una reforma electoral solo con votos demócratas, pero enseguida se topó con la fuerte resistencia de dos senadores de partido.
Ese bloqueo es preocupante para los progresistas, que temen que las restricciones al voto aprobadas por los conservadores en 19 estados permitan al Partido Republicano tomar las riendas de los procesos electorales de este año y de 2024, para dar así la vuelta a un posible resultado que no les favorezca.
Para los analistas, es muy pronto para hablar de las aspiraciones de Trump, sí ven que a Biden le falta fuerza para asegurar que un republicano no se quede en 2024 con el poder; y con republicano se refieren a Trump, quien es, por ahora, el único líder del partido, y al que siguen apoyando sin muchas dudas.
Sistema Integrado de Información, con AFP y EFE