Rusia rebaja a ocho los muertos en una escuela en Kazán
El exalumno de 19 años sospechoso del ataque, compró su arma de forma legal y ya fue detenido.
Las autoridades rusas rebajaron este martes a ocho el número de fallecidos en el tiroteo ocurrido en una escuela de la ciudad de Kazán, en el suroeste del país, entre ellos siete niños, y a una veintena las personas que resultaron heridas en la tragedia.
El servicio de prensa del presidente de la república rusa de Tatarstán, Rustam Minnijánov, informó que en el ataque contra la escuela 175, efectuado según las autoridades por un exalumno de 19 años, falleció además una profesora.
De acuerdo con el Ministerio de Sanidad de Tatarstán, 21 personas han sido llevados a hospitales, tres adultos y el resto niños.
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Un total de 18 alumnos fueron trasladados al hospital cínico para niños de la república, incluidos seis que se encuentran en unidades de cuidado intensivo y están en un estado crítico.
El resto está siendo examinado por médicos tras haber sufrido heridas, fracturas y cardenales, según Sanidad. La portavoz del presidente de Tatarstán, Lilia Galímova, señaló que el autor del ataque "estuvo solo" y desmintió que hubiera dos sospechosos como habían informado varios medios rusos anteriormente.
Previamente la agencia TASS había informado que otro sospechoso fue acorralado en una de las plantas y luego fue dado de baja por las fuerzas de seguridad.
El exalumno, que compró su arma de forma legal, fue detenido. No había seguridad en la escuela cuando ocurrió el ataque.
En el momento del suceso había 714 niños en la escuela, creada en 2006, y unos 70 empleados, de ellos 52 profesores, según TASS. Ya se ha abierto un caso penal por el tiroteo.
El tiroteo registrado hoy en una escuela en la ciudad rusa de Kazán es uno de los más graves ocurridos en Rusia en los últimos años.
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Uno de los más recordados es el suceso de Beslán en septiembre de 2004 cuando un comando checheno retuvo 52 horas a 1.200 personas, niños en su mayoría, en una escuela, acción que acaba en una masacre de 334 muertos (186 niños) y más de 700 heridos, después de que varias explosiones destruyeran gran parte del edificio durante la operación de las fuerzas de seguridad rusas.
El ataque más reciente fue el 14 noviembre de 2019. Un estudiante del Instituto de Construcción y Vivienda de la región de Amur abrió fuego contra el edificio con una escopeta de caza, matando a una persona y dejando tres heridos. Después se suicidó.
EFE
