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Sandra Fonseca
Cortesía EEB

Tras dos años de investigación, la Fiscalía archivó el proceso contra la expresidenta de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), Sandra Fonseca por la venta y posterior compra de las acciones de la empresa Transportadora de Gas Internacional (TGI). 
 
La decisión también favorecería al entonces alcalde de Bogotá, Gustavo Petro y a todos los miembros de la junta directiva de la entidad. 

 
La abogada Diana Maya, defensora de Fonseca, dijo que se demostró que la operación fue legal y en realidad se trató de dos negocios diferentes y no de una recompra como se dijo en su momento. 
 
“Se demostró que no hubo peculado por apropiación y que las actuaciones fueron ajustadas a la ley y a los procedimientos. No hubo apropiación por parte de mi cliente, o a favor de terceros, de los dineros de la Empresa de Energía de Bogotá”, puntualizó Maya. 
 
Sandra Fonseca celebró la decisión de la Fiscalía y recordó que la transacción “estuvo apegada a las recomendaciones de la banca de inversión, aprobadas por el exalcalde Gustavo Petro que en su momento era el presidente de la junta de la EEB”. 
 
En el 2011 la junta directiva de la EEB vendió un porcentaje de las acciones de TGI en 400 millones de dólares, por el que luego, en el 2014, pagó cerca de 800 millones, es decir el doble de la venta inicial. 
 
Ante esto Fonseca explicó que “lo que se hizo en el 2014 fue comprar la participación de una empresa que ya había tenido inversiones, por un monto muy superior a la capitalización que se había hecho en su momento”. 
 
La investigación inició por la denuncia de dos ciudadanos que argumentaron que al hacer la venta de las acciones de TGI y la posterior compra, se habría tratado de una única operación, en la que se dobló  el precio de las acciones. 
 
Por este caso en el 2016 la Contraloría abrió un juicio fiscal contra Petro y la pasada junta directiva de la EEB por más de 500 millones de dólares que supuestamente perdió el Distrito tras la operación. 
 
“Cuando los inversionistas hicieron la capitalización pactaron que a los tres años podían pedir la compra de la participación y la junta decidió que era un buen negocio para la empresarial y se recuperaba el control de TGI”, recordó Fonseca. 
 
Además aseguró que tras la venta y posterior compra, TGI es la mayor transportadora de gas de Colombia, la cual aporta mayores recursos a la EEB, siendo el accionista mayoritario que “tiene infraestructura de gasoductos en todo el país“. 

 

Fuente

Sistema Integrado de Información

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