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Dinero incautado
Fiscalía General

Los investigadores de la Fiscalía pusieron al descubierto un modelo ilegal y sistemático de salida y entrada de oro, en el que correos humanos viajaban entre Colombia y Panamá con el metal precioso mimetizado en accesorios o camuflado con la complicidad de funcionarios aeroportuarios.

Gracias a las labores de seguimiento se estableció que esta organización criminal, conformada en su mayoría por joyeros y personas conocedoras del mercado, habría movido desde los aeropuertos de Bogotá, Barranquilla, Palmira y Bucaramanga, algo más de 19 mil millones de pesos en lingotes de oro puro colombiano hacía la ciudad de Colón, en Panamá.

Los fiscales verificaron que las barras de oro sólo eran declaradas a su ingreso a Panamá y vendidas exclusivamente a las comercializadoras Gold América y Alpha Trading, que pagaban con joyas de oro italiano.

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La Fiscalía detectó que la mercancía recibida a cambio la transportaban los correos humanos a Colombia, la ingresaban subrepticiamente y, posteriormente, la entregaban a los señalados jefes de esta red de contrabando  que la distribuía en toda una serie de joyerías y a comerciantes que tenían negocios en Bogotá, Bucaramanga, Barranquilla, Medellín, Cali y otras ciudades capitales.

En desarrollo de los operativos de las autoridades de policía judicial fueron capturadas ocho personas, entre ellas, un funcionario adscrito a Migración Colombia que hacían parte de esta organización denominada como ‘Los Quilates’.

Así operaba esta red

Las pruebas permitieron constatar que mineros ilegales y dueños de fundidoras en Antioquia, Santander y la región del Magdalena Medio vendían directamente el oro en lingotes a tres de los denominados articuladores del tráfico ilegal. 

Asimismo, se estableció que dichas personas se encargaban de contactar a los correos humanos, que eran las mismas personas, conocedoras del negocio ilícito y con registros de 10, 20 y hasta 30 movimientos migratorios a Panamá.

Los pasantes seleccionados recibían las barras, programaban los viajes y en los aeropuertos evadían los controles aduaneros, gracias a que el oro era bañado en plata o acero y mimetizado en elementos como cadenas, correas de bolsos, pulseras y llaveros, entre otros elementos de bisutería. 

“De esta forma los viajeros portaban y lucían los accesorios como si fueran complementarios al vestuario. Así pasaban con varios kilogramos de oro por los escáner y engañaban al personal de seguridad encargado de los filtros”, dijo Andrés Jimenéz, delegado para las finanzas criminales de la Fiscalía.

También se comprobó que funcionarios que cumplían funciones en aduanas, migración o seguridad cruzaban por los diferentes filtros sin generar sospecha y entregaban el oro a los correos humanos en las salas de abordaje, antes de ingresar a los aviones.

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Cada funcionario recibía entre 2 y 4 millones pesos por facilitar el paso del oro, la cifra variaba según la cantidad y, al final del ‘encargo’, se debía tomar una fotografía con el correo humano y enviarla a los jefes de la red de contrabando  para recibir la aprobación del pago.

Millonarios bienes

En las diligencias de registro y allanamiento adelantadas por la Fiscalía los investigadores incautaron más de 1.800 millones de pesos en efectivo, 500 mil dólares y cerca de 80 kilogramos de oro puro colombiano cuyo valor podría ascender a 12 mil millones de pesos. 

De manera simultánea fueron embargados  70 bienes que serían producto de la actividad ilícita y cuyo valor alcanzaría los 60 mil millones de pesos.

Las diligencias de ocupación se cumplieron simultáneamente en ciudades de la Costa Atlántica, en el departamento de Santander , Bogotá y Cali, donde fueron incautados un total de  24 inmuebles, 5 sociedades, 11 establecimientos de comercio y 30 vehículos.

Entre los bienes sobresalen dos camionetas de gama alta, valoradas en más de 400 millones de pesos, que habrían sido adquiridas por Carolina Valle Salomón, una de las articuladoras de esta red en Valle del Cauca.

Asimismo, hay inmuebles lujosos, ubicados en sectores exclusivos, con áreas de construcción superiores a los 250 metros cuadrados y con avalúos entre 2 mil y 2.500 millones de pesos. 

En total, fueron ocupados 11 establecimientos de comercio representados en joyerías localizadas en El Prado y La 41, en Barranquilla; en el centro, el sector de San Victorino y los San Andresito de San José y de la Calle 68, en Bogotá; y en el centro empresarial Palacio de Cristal, en Cali.

 

Fuente

Sistema Integrado de Información

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