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Siete años del crimen de Diego Felipe Becerra conocido como el grafitero
Siete años del crimen de Diego Felipe Becerra conocido como el grafitero
Colprensa

Siete años después del asesinato del joven grafitero Diego Felipe Becerra, su madre, Liliana Lizarazo, aún lo recuerda con nostalgia en medio de los sentimientos encontrados por los cambios que se han dado en el proceso judicial; aunque celebra que pudo demostrar que él era un artista y no un delincuente, como lo quisieron hacer ver en su momento.
 
Esta mujer aseguró que en estos 2.555 días con su familia, ha podido limpiar el buen nombre de Diego Felipe y resaltó que pintar graffitis no es un delito, sino una muestra de arte que usan miles de jóvenes en todo el país.
 
"Le hemos demostrado al pueblo colombiano que Diego era inocente, era simplemente un artista como esos jóvenes de la capital que recorren las calles para plasmar sus figuras (...) sabemos que él se ha convertido en una esperanza de justicia para muchos y sé que va ha permanecer en la historia de la ciudad de Bogotá y que nunca va a ser olvidado", sostuvo doña Liliana.

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Cuatro condenas, cientos de amenazas, dilaciones y un prófugo de la justicia; es el resumen de los siete años que ha durado el caso, con el que se busca dar con los responsables del asesinato de Diego Felipe Becerra.
 
La noche del viernes 19 de agosto de 2011, Diego Felipe se encontraba junto a sus amigos en el puente de la Avenida Boyacá con calle 116  pintando un graffiti, hasta allí llegaron unos agentes de la Policía que se disponían a requisar a los jóvenes. En medio del procedimiento Becerra, de 16 años, emprende una huida en la que el patrullero Wilmer Antonio Alarcón le disparó. 
 
Pese a que ya lograron que se hiciera justicia en cierta medida, la mamá del joven grafitero aseguró que la pérdida de su hijo es un dolor muy grande que va a perdurar de por vida, "es algo que no se puede superar, obviamente se acostumbra uno a vivir sin esa persona que uno quiere, pero es una herida que está abierta y que nunca va a sanar".
 
Gustavo Trejos, padre de Diego Felipe, reclamó para que la policía cumpla con la Circular Roja de Interpol emitida para recapturar y enviar a la cárcel a Wilmer Alarcón, el patrullero que le disparó a su hijo y quien fue condenado a 36 años de cárcel por este crimen.

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"A los cinco años logramos que se diera esa condena en contra de Wilmer Alarcón, pero el abogado de él, en complicidad con algunos jueces, de una manera muy extraña le dieron una libertad condicional, en agosto de 2016 y desde esa época está prófugo de la justicia", narró Trejos.

Otras condenas

En los últimos meses se han presentado nuevas decisiones frente al caso. A principios de este año la Procuraduría General de la Nación, mediante un fallo judicial, indicó que fueron destituidos e inhabilitados por doce años, dos miembros de la Policía Nacional, implicados en el caso.

Se trata del coronel Nelson de Jesús Arévalo, excomandante de la Policía de Suba y el teniente Rosemberg Madrid Orozco, excomandante del CAI Andes que, de acuerdo con las investigaciones, implantaron un arma en la escena del crimen con el objetivo de hacer pasar a Diego Felipe Becerra como un delincuente.

Por ahora la familia del grafitero sigue en búsqueda de justicia para el caso de su hijo, siete años después del trágico hecho.

Fuente

Sistema Integrado de Información

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