Odontólogo de Aida Merlano niega complicidad en la fuga
Javier Guillermo Cely Barajas señaló que está presto para colaborar con la investigación de las autoridades.
El coronel en retiro Javier Guillermo Cely Barajas, quien fue el odontólogo que atendió Aida Merlano y el médico Mauricio Arango, dueño del consultorio donde era asistida al momento de huir de la custodia del Inpec, negaron hacer parte del plan de fuga de la excongresista.
En un primer comunicado la firma de abogados Soto & Ramírez Attorney SAS señalaron que el adontólogo Cely Barajas no conocía de los fines que tenía la excongresista de evadir justicia y, por ello, su cliente está dispuesto a comparecer ante las autoridades judiciales en la fecha y hora que así se determine.
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Incluso, esta firma de abogados señaló que el pasado 2 de octubre Cely Barajas solicitó a la Fiscalía General ser escuchado nuevamente en ampliación de entrevista o declaración jurada.
“Lo anterior, con el propósito de explicar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que conoció a la exsenadora Aida Merlano, entre otras por conducto de quien la conoció; así como exponer de manera clara su no condición de arrendatario, sino de prestador de servicios profesionales como rehabilitador oral, recibiendo por ello una remuneración económica”, señala el comunicado.
Asimismo, indicaron que la defensa cuenta con los elementos de prueba necesarios para demostrar que Cely Barajas no era la persona encargada al interior del consultorio odontológico de programar las citas con los pacientes.
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De igual forma, la firma de abogados señaló que tienen cómo demostrar hacia dónde se dirigió el Cely Barajas con posterioridad de su salida de la unidad odontológica.
El dueño del consultorio
En un segundo comunicado Mauricio Arango Isaza, propietario de los consultorios donde se registraron los hechos, también negó cualquier responsabilidad con la fuga de la excongresista.
El médico Arango Isaza reconoció que la excongresista sí fue su paciente pero hace casi un año y durante ese tiempo le practicó procedimientos de ortodoncia, pero desde hace unos dos meses Merlano había solicitado la prestación de otros servicios. Para ese fin fue atendida por el odontólogo Javier Cely.
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“No tengo absolutamente nada que ver en ello; no era mi paciente, sino del doctor Cely, que la atendía en una sala aislada de los consultorios, donde regularmente atiende”, dijo Arango.
Igualmente admitió que ingresó al consultorio donde era atendida Merlano, como quedó grabado en las cámaras de seguridad, atendiendo que había sido su paciente en el pasado. Le extendió la mano y cruzó algunas palabras con ella sobre el procedimiento que se le estaba realizando, pero luego se retiró del lugar.
Añadió que todos los hechos sucedidos están relacionados y documentados en las respectivas historias clínicas, libros de visitantes y especialmente en las cámaras de seguridad ubicadas en los diferentes espacios del consultorio, que ya fueron puestas en custodia de las autoridades competentes.
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