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Toma del Palacio de Justicia
Imágenes de archivo de la toma del Palacio de Justicia.
Foto: Archivo Colprensa

En la mañana del 7 de noviembre de 1985, justo en uno de los momentos más álgidos de la toma del Palacio de Justicia se registró una de las escenas más surrealistas. Un misterioso hombre vestido de paño negro atravesó caminando lentamente la Plaza de Bolívar. Al llegar al centro pone una botella en el piso y empezó a arrojar maíz al suelo.

Rápidamente centenares de palomas llegaron hasta el lugar para alimentarse. Poco o nada importaron los gritos de fondo, el corre corre desenfrenado de los rehenes que salían de la edificación que seguía humeante, ni mucho menos el constante movimiento de agentes de la Fuerza Pública que intentaban recuperar el Palacio.

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Todo esto ocurrió cuando los colombianos habían dejado de ver la transmisión en vivo. Solamente la cámara de un medio internacional que se encontraba en el techo del Capitolio y un fotógrafo colombiano de la agencia de noticias Colprensa que estaba asentado en captaron la escena. Casi cuatro décadas después nada se sabe de la identidad del hombre ni cómo pudo ingresar tan fácilmente a la Plaza de Bolívar teniendo en cuenta que el lugar estaba totalmente acordonado y el centro de Bogotá había sido desalojado por motivos de seguridad.

En un punto de la grabación, que se conoció completamente en el documental La Toma (2010) -dirigido por el colombiano Miguel Salazar y el sudafricano Augus Gibson- el hombre mira por unos pocos segundos lo que estaba pasando en el edificio que tenía al frente pero rápidamente vuelve a lo suyo, arrojar maíz a las palomas.

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Mira con cierto escepticismo el tanque que estaba en frente a la puerta principal y que tenía la misión fundamental de proteger a los rehenes que salían corriendo del Palacio rumbo a la Casa Museo del Florero que estaba ubicada a pocos metros.

Como suele pasar en este tipo de casos, el misterio abrió un sinfín de teorías conspirativas que incluso los señalan como un factor distractor para que no se cambiara el foco de la toma y no se vieran a personas que salieron con vida del Palacio y que luego aparecieron muertas dentro de la edificación.

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El misterio sigue y como varios de los hechos que rodearon el Holocausto del Palacio de Justicia tal vez nunca se conozca la verdad.

Fuente

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