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Alerta por aumento en el comercio ilegal de ranas doradas colombianas

Foto: Colprensa -MinAmbiente




Por: Fernando Posada

Las autoridades ambientales alertan que cada vez más ranas doradas de las selvas colombianas están siendo traficadas de manera ilegal con fines médicos y terapéuticos.

Con destinos tan lejanos como Estados Unidos, Japón y Europa, las ranas doradas que habitan en las selvas colombianas están siendo traficadas de manera ilegal. El veneno de estas ranas es uno de los más letales en el mundo animal y los traficantes utilizan sus toxinas para producir analgésicos.

En el país existen cerca de 40 especies de ranas con propiedades farmacéuticas, y muchas de ellas, como ocurre con las ranas doradas, son endémicas.

Las ranas doradas son una especie extremadamente inusual que se encuentran en las selvas del Chocó y del Valle del Cauca. Una sola de estas ranas puede alcanzar precios de más de un millón de pesos en el exterior.

“En muchos ensayos clínicos se ha visto que muchos venenos son muy parecidos a los analgésicos que se utilizan en cirugías”, le explicó a RCN Radio Andrés Acosta, experto en anfibios del Instituto Von Humboldt.

Acosta además explicó que con la reducción de la intensidad del conflicto armado, se ha evidenciado un preocupante aumento en el tráfico de anfibios, dado que se ha facilitado el acceso a zonas selváticas que antes eran controladas por organizaciones armadas.

Las ranas doradas solamente viven en el Darién colombiano y panameño. Su población se ve fuertemente en riesgo por cuenta del tráfico ilegal hacia el exterior. Y aunque el tráfico ilegal de especies es un delito, las autoridades ambientales reconocen que el pequeño tamaño de las ranas dificulta su detección en los aeropuertos.

“Lo que ha pasado es que el tráfico ilegal ya tiene estrategias muy sofisticadas como el empleo de anestésicos donde duermen las ranas, las meten en trapos húmedos, o a veces los traficantes especializados incluso trafican con renacuajos”, agregó el investigador Acosta.

RCN Radio conoció que las autoridades ambientales han entregado a las entidades aeroportuarias un libro rojo de especies protegidas con el fin de evitar su tráfico ilegal.