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Todavía subsisten algunas polémicas a propósito del Nobel de Literatura otorgado en el año 2016 al cantante y compositor Bob Dylan.

Una de las críticas escuchadas en su momento es que las letras de la música popular solo deben servir para entretener, que deben ser un vehículo exclusivo para el escape, que son vulgares y, por lo tanto, no puede ser consideradas con algún nivel intelectual.

En algún momento, el gran compositor panameño Rubén Blades contó que tuvo la oportunidad de conversar con Gabriel García Márquez sobre el tema y que le insistió en que despreciar el vigor de las letras de las canciones era algo sesgado y elitista, por decirlo menos.

El fenomenal Blades enfatizaba en que Gabo estaba de acuerdo con que la música popular era capaz de producir letras y argumentos de alto contenido y nivel literario, lo que en su momento incluso le hizo decir que lamentaba no haber sido el escritor de "Pedro Navaja".

Dicen que de esos encuentros entre el Nobel colombiano y el compositor panameño homenajeado recientemente en los Premios Grammy, Blades se propuso escribir un cuento original y corto, que no excediera los siete minutos.

Blades se comprometió a que "lo incluiría en uno de sus discos de Salsa, pero sin anunciar que era, en efecto, un cuento corto" y que lo “cantaría de manera espontánea, sin arreglos musicales y sin instrumentos”.

Blades quiso que fuera algo orgánico y que en consecuencia se haría sin ningún ensayo, a lo que García Márquez habría dicho secamente: “Dale”.

El músico panameño, autor de Pedro Navajas, dice que originalmente el cuento tuvo catorce páginas que se redujo a dos hojas y que se tituló GDBD, que quiere decir Gente despertando bajo dictaduras.

Y el minicuento tuvo ritmo de salsa y con esta historia inadvertida para muchos sobre su nacimiento, fue incluido en el álbum Buscando América, con seis del solar y bajo el sello Elektra.

Este ejercicio le hizo afirmar insistentemente a Rubén que la música popular sí aporta y que, por ejemplo, autores como Chico Buarque merecerían un Premio Nobel de literatura, teniendo en cuenta que es dramaturgo y novelista.

“Despiertas, no has podido dormir muy bien. Te levantas, caminas y pisas uno de los charcos de orine que el nuevo perro ha dejado por toda la casa. Maldiciendo, entras al baño brincando en una sola pierna” empieza diciendo este minicuento, o este disco de salsa, como quieran calificarlo después de escuchar esta historia, contada en su momento, tal cual, por el mismísimo Rubén Blades.

Y hay quienes dicen que Rubén también se merece su Nobel.

Fuente

RCN Radio

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