Cargando contenido

Ahora en vivo

Seleccione la señal de su ciudad

Como siempre, votaré este domingo de elecciones. Y, obviamente, lo haré por el candidato de mis preferencias. Es el ejercicio libérrimo de un derecho democrático y el cumplimiento de un deber ciudadano.

No hago parte de la primera línea que madruga a las urnas. Lo haré en el transcurso del día. Todo va a girar en torno a los comicios. Primero escucharé radio, veré algo de televisión y leeré algunos periódicos, revistas y medios digitales. Consultaré también algunos libros pertinentes para la ocasión, tales como “La política” (“La politeia”), de Aristóteles; “Elogio de la estulticia”, de Erasmo de Róterdam, o la “Historia de Colombia y sus oligarquías”, de Antonio Caballero. Leeré algo de poesía para endulzar estéticamente la que espero no sea una amarga jornada. Contrario a lo que pensaba Platón, considero que tal vez sería mejor un mundo gobernado por poetas. No podría ser peor que el prosaico en el que vivimos.

Por eso, tal vez relea a don Luis de Góngora y Argote y escuche algo de su poesía en la voz grave, profunda e inconfundible de Paco Ibáñez. Sobre todo versos como los de este poema: “Traten otros del Gobierno, del mundo y sus monarquías / Mientras gobiernan mis días mantequillas y pan tierno / Y en las mañanas de invierno naranjada y aguardiente. Y ríase la gente”.

Aunque trabajo en el mundo digital, en cuanto sea posible todavía prefiero leer en el papel, en el impreso, y rayar, y subrayar y hacer anotaciones en las hojas. Incluso en algún cuaderno. Viejos, viciosos y malos hábitos que espero no desaparezcan nunca. 

Procuraré hablar sólo lo justo de política, pero no enfrascarme en discusiones bizantinas. El país está muy polarizado y fanatizado. Más bien, si me alcanza el tiempo, practicaré algo de ejercicio, yoga o meditación como antídoto contra el estrés y la ansiedad que le producen las elecciones a la nación. De igual modo, tendré la obligación profesional de estar pendiente de las noticias, de toda la información relacionada con la jornada electoral, de los boletines oficiales de la Registraduría. También con ojo crítico estaré muy atento a los análisis de los expertos.

Algunos están muy preocupados acerca de lo que pueda pasar este mismo domingo de elecciones. Otros por lo que pueda pasar después de las elecciones, una vez se conozcan los resultados. Unos más por lo que ocurra en la segunda vuelta, si la hay. Y otros por lo que pueda pasar en la república de cara al futuro. Tengo amigos y familiares que hace días no pueden dormir tranquilos ante este clima de tensión e incertidumbre. Creo que no es para tanto: hemos estado tan mal durante tantos años que nada puede ser mucho peor. Por supuesto que hay unas opciones y candidatos mejores que otros, y hay otras y otros que son impresentables.

Aunque no sea lo primero que vaya a llevar a cabo el día de las elecciones, sí es lo más importante y lo que seguro haré. De pronto no me alcance el tiempo para tantas cosas que quiero hacer, pero el ejercicio del sufragio es impajaritable. Lo demás es secundario este domingo; puede esperar. Una de las decisiones fundamentales sobre el futuro del país no da espera. Espero no equivocarme; espero que Colombia no se equivoque otra vez.

Como el voto es secreto –si uno quiere- no les diré a quién se lo voy a dar. No pretendo ejercer ninguna influencia sobre la opinión pública. No soy tan megalómano ni ingenuo; tampoco soy promotor de ninguna candidatura. Cada quien que se atenga a lo que le dicte su conciencia. Cada quien que repase lo que ha sido la historia reciente y pasada de Colombia. Cada quien que estudie la conveniencia para la patria de cada una de las propuestas programáticas y de cada uno de los candidatos. Cada quien que proyecte al futuro un país con el que sueñe: la utopía de un país libre, democrático, educado, culto, saludable, desarrollado, honrado, fraterno, feliz, en paz, rico y con justicia social e igualdad de oportunidades. Cada quien que haga uso del derecho democrático de votar y que cumpla con este deber ciudadano. Ojalá que, tras este ejercicio democrático, gane Colombia.
 

Fuente

Sistema Integrado Digital

Encuentre más contenidos

Fin del contenido.